Energía, trabajo y rendimiento
( Publicado en "Energía para vivir", Bruno Günther y Enrique Morgado,
1998, Editorial Universitaria )


La energía se define como la capacidad de realizar trabajo. Por otra parte, el trabajo es el resultado de la acción de una fuerza, la que pone en movimiento a un cuerpo. El rendimiento (%), es la razón entre el trabajo realizado y la energía aportada; en la práctica, en ningún caso el rendimiento puede alcanzar al 100%.

Todas las formas de energía que tienen importancia para los seres vivos provienen Inicialmente de las reacciones de fusión nuclear, que tienen lugar en el interior de la masa solar. Sólo una mínima parte de esta energía llega a la Tierra, y una fracción de ella alcanza a los organismos fotosintéticos, que son capaces de transformar - en complejos sistemas de transducción de energía- a cerca del 1% de la energía de la luz incidente, dando lugar a diversos compuestos orgánicos (carbohidratos, lípidos y proteínas). Los organismos mencionados son denominados productores, y son los portadores de la energía química, y representan la base de la pirámide ecológica (plancton ® krill ® peces pequeños ® peces grandes ® focas ® orcas). En estas seis etapas sucesivas - con un 10% de rendimiento en cada una- se llega finalmente a una millonésima parte de la energía química contenida en el plancton, organismo inicial.

Un organismo vivo, que no realiza trabajo externo, convierte toda la energía química en energía térmica (Fig. 1) como sucede por ejemplo con el hombre en condiciones basales (reposo físico y psíquico, en ayunas, ligeramente vestido, y en un ambiente de neutralidad térmica). En cambio, si realiza ejercicio físico, el rendimiento debe oscilar alrededor del 20%, desde el momento que la sola síntesis del ATP tiene un rendimiento máximo de un 37%.

Si se compara ahora la utilización de la energía del organismo con la de un motor Diesel, este último tiene un rendimiento que oscila entre un 35 y un 46%. Este rendimiento inusualmente alto del motor Diesel se explica por el hecho que éste funciona a elevadas temperaturas (cerca de 500 ºC); en cambio, los seres humanos realizan trabajo en condiciones prácticamente isotérmicas, y a 37 ºC.



Dr. Bruno Günther


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