Ya el agua está disminuyendo. Es así por ejemplo, el ritmo a que el agua se está extrayendo de las cinco mayores cuencas de ríos, es el doble de lo que necesita para que se reponga. Es por ello que el río Amarillo, se está secando de año en año mas temprano, y estas agua son las que se usan en la actualidad para regar la mayor zona productora de trigo.

Por otro lado, una buena parte de agua se usa en China con fines industriales, disminuyendo su disponibilidad para el cultivo. Se agrava a esto los informes de los satélites espías americanos, que muestran que en la actualidad China está usando un 47% más de tierras para el cultivo que lo que ellos reportan, lo que significa que su rendimiento por hectárea es menor de lo que afirman. Para paliar este problema, tendrán que modernizar su agricultura y sobre todo optimizar al máximo el uso de las aguas.

Preocupa también lo que muestran los satélites, en el sentido que está creciendo demasiado la población urbana, en desmedro de las tierras de cultivo. El incremento en las importaciones de granos por parte de China, necesariamente va a significar un incremento en el precio internacional de los granos.