En Creces de Octubre de 1997, se dio la noticia de que en una próxima reunión de la comisión "Protocolo de Montreal" (encargada de vigilar los acuerdos internacionales referentes al agujero de ozono) era muy probable que se prohibiera el uso de bromuro de metilo, un pesticida de uso muy generalizado en la fruticultura. La razón: "porque se le culpa a este elemento, junto con el clorofluorocarbón CFC), de la destrucción del ozono. Tal prohibición habría sido para nosotros de enorme impacto, ya que habría significado que prácticamente no podríamos exportar nuestra fruta (especialmente la uva), ya que hasta ahora no se conoce un sustituto efectivo para tal insecticida. Por ello, la noticia era alarmante (Creces, Octubre 1997, pág. 2).