La genialidad y la locura se superponen
( Publicado en Revista Creces, Septiembre 1997 )

El conocimiento popular ha asociado la genialidad a la locura, y cuando alguien aparece como muy brillante, no es raro que lo cataloguen como "genio loco". Pareciera que tienen razón, según se desprende de varios estudios recientes (K. Jamison, Manic-Depresive Illnes and Creativity. Scientific America, Febrero 1995, pág. 46). El hecho es que la creatividad se asocia frecuentemente a trastornos mentales. Los grandes genios creativos, presentan trastornos mentales con mucho mayor frecuencia que la población general.

Las alteraciones mentales asociadas a la genialidad, generalmente corresponden a depresiones o psicosis maniaco-depresivas. Conviene señalar que las depresiones simples corresponden a diversos grados de estados melancólicos, mientas que la psicosis maniaco-depresiva es una verdadera enfermedad mental con fuertes bases genéticas y cuyos síntomas pueden variar de depresiones a estados hiperactivos, euforias o por último estados de intensa irritación.

El hecho es que al escudriñar en la vida de famosos escritores, artistas y compositores, basándose tanto en sus cartas como diarios de vida, fichas médicas e información que dan sus parientes y amigos, estas patologías se hacen evidentes. Esto no quiere decir que todos los genios padezcan de trastornos mentales, ni tampoco que todos los locos sean genios. Simplemente pareciera que, frecuentemente, la creatividad va asociada con temperamentos y comportamientos muy especiales, catalogados como trastornos mentales. Muchos escritores corno Edgard Allan Poe, Lord Byron, Lord Tennyson, Charles Darwing, etc., reconocen sus defectos de carácter que tienen que soportar. Por otra parte, el estudio de varios famosos poetas modernos americanos, como John Berryman, Randall Jarrel, Robert Lowell, Silvia Plath, Theodore Roethke, Delmore Schwartz y Anne Sexton, revela que fueron hospitalizados en varias oportunidades, ya sea por estados maníacos o depresivos. Muchos pintores y compositores, como Vincent van Gogh, Georgia O’Keeffe, Charles Mingus y Robert Shumann, también padecieron de trastornos mentales del mismo tipo.

Muchos estudiosos del tema se sienten tentados a pesar que dichos trastornos psíquicos dan alguna ventaja, que hace que se incremente la capacidad creativa. Sin embargo, ésta hipótesis no sigue una regla general, ya que la mayor parte de los enfermos maníaco depresivos no tienen una gran imaginación, del mismo modo que no todos los artistas creativos sufren de estos trastornos mentales. Pese a ello la asociación existe.


Descripción de las depresiones

Es necesario aclarar que el síndrome maníaco-depresivo, también llamado desorden bipolar, afecta aproximadamente al 1% de la población general. Por otra parte, aproximadamente el 5% de la población presenta depresiones mayores, que también han sido denominadas desórdenes unipolares. Estas últimas afectan dos veces más a mujeres que hombres, y por la general su comienzo es tardío en la vida. Por el contrario, los desórdenes bipolares, afectan en igual porcentaje a hombres y mujeres y la mayor parte de las veces los síntomas se inician antes de los 20 años de edad.

Según Key Redfield, profesor de psiquiatría de la Universidad de John Hoopkins, cualquiera que sea el caso, las depresiones mayores, que pueden formar parte tanto de las formas unipolar o bipolar, se manifiestan además por apatía, letargo, desesperanza, trastornos del sueño, pensamientos y movimientos lentos, alteraciones de la memoria y de la capacidad de concentración. El criterio diagnóstico también incluye pensamientos suicidas y sentido de culpa.

En algún momento de nuestras vidas todos hemos pasado por estado de depresión, con sentimientos de tristeza o infelicidad. Sin embargo, es muy importante distinguir entre estas situaciones normales de las depresiones mayores, que son realmente patológicas. Para hacer el diagnóstico de depresión mayor, por lo general se exige que además de la intensidad de los síntomas, estos persistan por un mínimo de dos a cuatro semanas y que estos realmente alteren la personalidad del que los padece.

Durante los episodios de manía los pacientes bipolares experimentan además etapas de sintomatología, que de algún modo son lo opuesto de lo que se observa en las depresiones. Durante éstas su humor y la autoestima están elevadas. Duermen menos y tienen gran energía, y como consecuencia de ello su productividad aumenta. Los maníacos llegan a ser paranoicos e irritables. Frecuentemente hablan muy rápido y su pensamiento salta de un tópico a otro.

Usualmente manifiestan fuertes convicciones acerca de sus propias ideas. Esa grandiosidad los lleva a disminuir la capacidad de juicio y a comportamientos impulsivos.

Todo esto condiciona relaciones personales y profesionales caóticas. Pueden perder grandes cantidades de dinero en negocios obviamente cuestionables. En otros casos pueden sufrir de agitación violenta, pensamientos obsesivos e incluso alucinaciones auditivas y visuales.


Estudios de relación entre genialidad y locura

En los últimos 20 años se han publicado una series de estudios que demuestran la interrelación existente entre el genio creativo y la locura con las características ya señaladas. En 1970 Nancy Andreasen de la Universidad de Iowa fue la primera que publicó un riguroso trabajo en el que incluyó 30 escritores creativos, encontrando que casi el 40% de ellos presentaban signos de depresiones mayores o síntomas de manías. Con posterioridad a esta publicación, por lo menos otros cinco autores, en sucesivos trabajos confirman hallazgos muy similares.

Al estudiar escritores, poetas, pintores y escultores famosos y creativos, encuentran que la tasa de suicidios es 18 veces más alta que la misma tasa de suicidios en la población normal. Las depresiones son 10 veces más frecuentes, mientras que la psicosis maníaca es 15 veces más elevada.

Tal vez el trabajo más completo es el que publicó en 1992 Arnold Ludwing, que incluía a 1000 artistas famosos, Junto con escritores y otros profesionales exitosos (American Journal Psychoteraphy, vol. 46, pág. 330, 1992). Sus resultados demuestran que la psicosis en los artistas y escritores es tres veces más frecuente que en la población general. También estos mismos genios presentaban una mayor frecuencia do pensamientos suicidas (tres veces superior), si se comparaba con profesionales exitosos qué formaban el grupo control. La mayor frecuencia de anormalidades mentales se encontró entre los poetas, que a su vez tenían también una mayor frecuencia de hospitalización debido a estos trastornos.

Lo más interesante parece ser que su trabajo creativo está en directa relación con estos cambios mentales. Pareciera ser como que estas situaciones aumentan la fluidez de sus pensamientos. En estas circunstancias los poetas descubren palabras y asociaciones nuevas y al mismo tiempo aumenta la facilidad con que pueden enumerar sinónimos. En general aumenta la cantidad y calidad de sus abstracciones y asociaciones de pensamientos. En estos estados, sus emociones parecen ser más intensas. Necesitan menos horas de sueños y mantienen su actividad psíquica sin agotarse. En fin, todo parece demostrar que la manía depresiva, en el sentido biológico, despierta su sistema sensitivo, respondiendo con una amplia gama de emociones y percepciones, como si vieran el mundo a través de un caleidoscopio, brillante, pero fracturado.

Jamison presenta un estudio de la historia de la vida y del trabajo musical de Schuman, y describe una relación muy estrecha entre sus estados patológicos y su productividad. “Durante las crisis maníacas o de depresión es cuando mayor productividad tiene”. Lo mismo sucede con el pintor Van Gogh, cuyos mejores cuadros corresponden también con las mayores crisis maníaco--dépresivas.

En resumen, estas asociaciones no dejan de ser interesantes para aquellos que tratan de escudriñar en la fisiología-cerebral. Algunos piensan que podría llegar el día que alguna droga o algún tratamiento permita incrementar la creatividad, pero sin alterar la conducta emocional. A su vez esto también permitiría un mejor tratamiento para los cuadros maníaco-depresivos.


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