El SIDA en los niños
( Publicado en Revista Creces, Octubre 1998 )
El Sida en los niños es más complicado que en los adultos. El virus en ellos tiende a ser más agresivo, afectando rápidamente al sistema inmunológico y provocando la muerte en un corto período de tiempo.
El mecanismo de infección es siempre a través de sus madres, ya sea durante el parto a la lactancia. En la actualidad y a nivel mundial, más de un millón de niños están contaminados y aproximadamente 1500 se contaminan diariamente.
La mayor agresividad del virus se hace evidente muy rápidamente. A diferencia de los adultos, ya en el primer año aparecen los síntomas, y un alto porcentaje fallece antes de los cuatro años de vida. Ella es debido a la destrucción de su sistema inmunológico y la consecuente aparición de las infecciones oportunistas. Por el contrario, son muy pocos los adultos en que la enfermedad evoluciona tan rápidamente (Scientific American, Julio de 1998, pág. 74).
Aparte de esta rápida evolución, también se observan hechos que no se dan en los adultos. El virus rápidamente puede invadir el cerebro, y actuando en este órgano en una edad en que aún no se ha desarrollado, afecta gravemente las funciones intelectuales y motoras, la que se traduce especialmente en problemas de coordinación.
Del mismo modo, se retarda el crecimiento, aún cuando no hayan aparecido los síntomas. Con todo, si se aplica una terapia anti viral adecuada, este nuevamente se normaliza.Las infecciones bacterianas son en el niño mucho más frecuentes, ya que el desarrollo del sistema inmunitario no se ha completado. Por eso, un porcentaje muy alto presenta infecciones como meningitis y neumonías, y muchos repiten enfermedades virales, a las que normalmente el niño crea inmunidad permanente, como es el caso de la varicela.
Es frecuente también que en su sangre existan altas concentraciones del virus, mucho más de la que se observa en los adultos. Estos, también a diferencia de los adultos, permanecen elevados durante toda la evolución de la enfermedad.
El dilema del tratamiento
Aunque la enfermedad más grave y evoluciona más rápido, el tratamiento es más problemático debido a varias razones. Una de ellas es que no siempre se encuentran las drogas (que deben usarse combinadas), preparadas como para el uso pediátrico. Muchos niños no tragan píldoras, y por lo tanto estas deben venir en forma de jarabes o líquidos. Pero algunas de estas drogas no son solubles en agua, o tienen sabores tremendamente desagradables.
El tratamiento exige que se deben administrar tres o más drogas, dos a tres veces al día y par los 365 días del año, o de lo contrario se crea una resistencia a los medicamentos. Todo ello en niños no es fácil. Por otra parte los ensayos de las nuevas drogas se hacen en adultos y por lo tanto los pediatras no tienen normas claras como usarlas en los niños, ni en que dosis.
Hasta hace algún tiempo, el inicio del tratamiento del niño con SIDA, se hacía después de algunas semanas. Hoy está claro que debe comenzarse inmediatamente, para así dificultar la multiplicación del virus. Desgraciadamente no siempre se puede confirmar tan rápidamente el diagnóstico, ya que este se hace positivo cuando los virus ya han alcanzado una concentración importante en la sangre.
Por ello algunos especialistas recomiendan tratar con terapia intensiva a todos los recién nacidos de madres con SIDA, ello a pesar que se sabe que una buena parte de estos niños pueden nacer libres de infección. Otros en cambio, prefieren esperar el resultado de los exámenes.
Prevención
Como siempre, la mejor medida en medicina es prevenir. En el año 1994, se realizó un ensayo, en que las madres infectadas con SIDA tomaron la droga Zidovudina (AZT) desde las 14 semanas de embarazo, y, además después del nacimiento recibieron Zidovudina durante seis semanas. Los resultados mostraron que mientras el 26% de los recién nacidos, provenientes de madres que no se sometieron a ninguna medida, se contagiaron con SIDA, solo el 8% de los tratados presentaron la enfermedad. La diferencia, estadísticamente fue muy significativa, por lo que en la actualidad este es el esquema preventivo que se recomienda para proteger al recién nacido de madre con SIDA.
No se sabe exactamente, por qué mecanismo la Zidovudina previene esta transmisión vertical del virus. Esta misma droga, administrada como droga única, no logra reducir los niveles de virus en la sangre. Tal vez ella bloquee la transmisión durante el nacimiento, impidiendo que las secreciones infecten las mucosas del niño (ojo, boca e intestinos), y por lo tanto impidiendo que el virus entre a la sangre.
El problema para aplicar estas medidas preventivas en los países pobres, es el costo de la droga. Por ello se han estado ensayando periodos más breves de administración. Es así como recientemente en Tailandia se ha realizado un ensayo, administrando la droga a la madre, sólo durante los últimos 25 días del embarazo. Con ello se puede reducir la transmisión de la enfermedad al niño, en la mitad. Pero aún así, todavía está fuera del alcance de muchas personas. Ojalá que más adelante se desarrollen métodos más factibles y de menor costa.
El parto por cesárea
En un trabajo publicado recientemente (Journal of the American Medical Association, vol. 280, pág.55, 1998), se concluye que el nacimiento por cesárea, más la droga AZT, parece virtualmente eliminar completamente el riesgo que se contamine el recién nacido.
Investigadores pertenecientes a 25 hospitales franceses estudiaron 3000 casos de recién nacidos de madres sidosas, para analizar si el tipo de parto ayudaba a prevenir el SIDA en el recién nacido. En 133 mujeres que tomaron AZT durante el embarazo, se realizó el parto por cesárea, antes que se rompieran las membranas y antes que comenzara el trabajo de parto. En sólo un niño de este grupo se transmitió la enfermedad (0.8%), 769 madres que también tomaron AZT, se realizó un parto normal. De este grupo, el 6.6% de los niños se infectó.
Stephane Blanche del Hospital Necher de París, cree que la cesárea protege al niño al no exponerlo a las secreciones genitales ni a la sangre materna durante el parto. Sin embargo, la cesárea es útil, sólo si al mismo tiempo se trata a la madre con AZT.