Arañas venenosas en Chile
( Publicado en Revista Creces, Enero 1988 )
De pequeño tamaño y siempre dispuestas a pasar desapercibidas, la araña del trigo y su congénere de los rincones, amenazan con su ponzoña tanto en el campo como en la ciudad. Conocerlas es el primer paso hacia la protección de sus potenciales víctimas.
Muchas son las creencias populares sobre las arañas. Se las acusa a todas, sin distinguir especies, de poseer una capacidad ponzoñosa desmesurada, lo que en realidad es particular sólo de algunas.
No obstante el hecho conocido de que existen animales venenosos en el país, éstos no constituyen una gran familia. Sólo dos arañas poseen una capacidad venenosa significativa. El resto son especies que poseen venenos de discreto poder. Por ejemplo, los ofidios nacionales, Dromicus chamissonis (Culebra de cola larga) o la Tachimenis peruviana (Culebra de cola corta) tienen una ponzoña de relativa poca potencia, que produce molestias de tipo sistémicas, sin llegar a ser mortal. Además, rara vez inoculan el veneno, por encontrarse los dientes inoculadores por detrás de los dientes con los cuales habitualmente muerden.
Los alacranes nacionales tampoco son mortales, como su pariente africano, y sólo generan una molesta lesión en el sitio de la picadura que puede durar varios días. De mayor importancia, por su frecuencia y reacciones de hipersensibilidad desencadenadas, son las picaduras de Hemípteros como las abejas, avispas y moscardones, lo mismo que los Pulícidos (pulgas) y Cimicides (chinches).
Volviendo a nuestros dos animales realmente peligrosos por su veneno, estos son conocidos por todos como "Araña del Trigo" (Latrodectus mactans) y "Araña de los Rincones" (Loxosceles laeta).
La araña del Trigo, también conocida como "Araña de Poto Colorado" o "Viuda Negra", existe en Chile desde mucho antes de la llegada de los españoles, siendo conocida por los araucanos con el nombre de "Quina" a "Pallú". Una vez que los conquistadores la conocieron y sufrieron las consecuencias de su mordedura, llegaron a temerle tanto como a la viruela, así lo escriben el padre Valdivia en 1606 y el padre Febrés en 1765.1
Características y hábitat
Al revés de lo que ocurre con otras arañas, como la no venenosa y de fuertes mandíbulas conocida como "araña pollito" (fam. Mygalamorphae), que impresiona por su tamaño y pelaje, la araña del trigo resalta por sus colores más que por sus medidas. Sólo mide de 1 a 1.5 cms. , pero es de un color negro homogéneo con manchas rojas en el abdomen. El ejemplar macho es generalmente más pequeño y las manchas del abdomen tienden a ser más amarillentas.
Esta es una araña de zonas rurales, pues vive especialmente en trigales, arbustos y pircas, proliferando cuando el clima es seco y caluroso, como lo fue en los veranos de 1982 y 1984.2.3.
Rara vez se le ha encontrado en casas de campo, pero sí en bodegas. Su hábitat preferido sin duda es el campo abierto. Se le encuentra especialmente entre la zona central y las regiones del sur del país, hasta la X Región. No es arácnido propio de Chile, se extiende por el mundo, siendo la especie sudamericana más peligrosa.
La araña de los rincones tiene un tamaño similar (1 cm. sin medir sus patas), pero de costumbres diametralmente opuestas a la araña del trigo. Vive en las ciudades, específicamente en las casas y, de éstas, en las que tengan algún grado de calefacción.
Prefiere los rincones oscuros y mal aseados. ¿Cuántos rincones así hay en su casa? En Santiago, en el 24,4% de las viviendas se encuentran ejemplares de este arácnido, lo que la hace de una frecuencia insospechada por la mayoría de la población.4
Conocer esta araña es la única manera de lograr su erradicación de nuestros hogares, en consideración a su peligro potencial.
La araña de los rincones tiene un aspecto más fiero que el de las otras arañas que podemos encontrar en la casa. Es de color café pardo, de cuerpo macizo y cubierto de finos vellos, muy rápida en relación a otros arácnidos. Es, además, lucífuga y de vida nocturna. Sale en la noche a cazar insectos o a recoger aquellos que han caído en su telaraña. Come polillas, moscas, coleópteros en general.
La mordedura
Ninguna de las arañas acomete sin motivo al hombre, sino quo sólo para defenderse de agresiones a las que son sometidas, ya sea al verse comprimida con el cuerpo contra las sábanas, toalla o ropa.
En el caso de la araña de trigo, el accidente ocurre en el campo, habitualmente durante actividades agrícolas como la cosecha o simples paseos. Por lo general, sucede de día. En el caso de la araña de los rincones, el accidente ocurre en la noche, durante el sueño o en las primeras horas de la mañana, lo que se debe a los hábitos noctámbulos de la araña.
Al verse sorprendida por las primeras luces se refugia en escondites cercanos, que pueden ser ropas, zapatos, cortinas, etc., siendo fácil imaginar el resultado posterior.
La mordedura de estas arañas es más frecuente en el verano, ambas aumentan su actividad y proliferación en el estío. En el caso de la araña de los rincones, con el calor aumenta la potencia y cantidad de su veneno, que está deprimido durante el invierno.
Suelen morder en las extremidades, tal vez porque están más expuestas. Al ser mordido por una araña del trigo se siente un lancetazo con dolor agudo, lo que desaparece rápidamente para reaparecer a los 20 minutos o más (1 hora), pero generalizado, en lo que predominan intensos dolores musculares (mialgias), cólicos abdominales, rigidez de la pared abdominal muy dolorosa, sudoración, excitación psicomotora, priapismo, ansiedad, etc. Estos síntomas pueden extenderse por varios días, requiriendo tratamiento para evitar complicaciones como deshidratación y edema pulmonar agudo. El enfermo llegará a algún servicio de urgencia, donde será hospitalizado y tratado en forma sintomática, con analgesia y bloqueadores de la actividad de la acetil colinesterasa, enzima de la placa motora (unidad neuromuscular) con la que se logrará revertir los efectos del veneno y producirá la mejoría en 24 a 48 horas, en la mayoría de los afectados. El uso de la antitoxina específica producirá una mejoría espectacular en el lapso de horas, sin embargo, ésta no se encuentra disponible para ser usada en forma rápida y, además, está elaborada con suero de caballos, por lo que algunas reacciones alérgicas dificultan su uso. El paciente tratado en forma oportuna no presenta mayores complicaciones y la muerte es infrecuente. El cuadro suele ser más espectacular que grave. No es raro que el afectado reciba tratamientos folclóricos como quemar el sitio de la mordedura, aplicar infusiones de hierbas (toronjil y matico), ingerir leche, también aplicar salmuera, vinagre, alcohol o amoniaco en forma local e incluso comerse la araña culpable. Estos tratamientos, por supuesto, no modifican el cuadro y pueden incluso agravarlo.
La mordedura por araña de los rincones es, sin lugar a dudas, de mucho mayor gravedad que la del trigo, pudiendo causar la muerte en algunos casos, a pesar de todos los esfuerzos médicos.
El daño que produzca el veneno va a depender de varios factores; si es primera mordedura (de no ser así tendrá una inmunidad que lo defenderá parcial o totalmente), época del año (en verano será más grave), la composición del veneno, la cantidad inoculada, la región del cuerpo mordida, el tiempo de latencia entre la mordedura y la consulta médica, el haber usado paños fríos en el sitio de la mordedura (que disminuye la actividad del veneno). También factores del huésped (afectado) como la inmunidad, estado nutritivo, edad, etc., que influyen en cómo se ha de manifestar el envenenamiento.
El veneno es, en realidad, una secreción glandular que contiene varias enzimas digestivas que son usadas por la araña para matar a su víctima y efectuar una digestión externa de ella, permitiendo luego disponer de nutrientes aprovechables por la araña, la cual sólo los succiona. Para ellas no es de ninguna utilidad inocularlas en el hombre, la picadura es solamente un accidente ante una reacción defensiva del arácnido.
El veneno se compone de glico-proteínas, cuyo peso molecular promedio es de alrededor de 20.000 Daltons, muy activas, con acción proteolítica, reconociéndose también hialuronidasas y adenosintrifosfatasas. Estas enzimas son termolábiles y fácilmente neutralizantes in vitro. Las diferentes especies de loxosceles tienen venenos de composición distinta.
Las lesiones
Las lesiones producidas por el veneno de la araña, referidas como aracnoidismo, se han clasificado en 2 tipos: cutáneas y viscerocutáneas (diseminadas). La forma cutánea (de la piel) a su vez, se puede manifestar en dos formas: aracnoidismo edematoso (5%), que se caracteriza por un gran edema (hinchazón) de la zona afectada, producido por el daño de los vasos sanguíneos que, al aumentar su permeabilidad, dejan escapar al espacio intercélular componentes del plasma, principalmente proteínas, las que arrastran consigo agua a través del fenómeno de osmosis. La liberación de Histamina y otras moléculas por células especializadas (mastocitos), irritadas por el veneno, facilitan el proceso anterior, y la alteración de la sustancia cementante del espacio extracelular dañada directamente por el veneno completa el cuadro. En este caso, no hay muerte celular masiva. La otra forma cutánea es el aracnoidismo necrótico, que consiste en la necrosis o muerte celular de las distintas capas de la piel (epidermis, dermis, tejido subcutáneo), incluso el tejido músculo esquelético. El tejido comprometido es variable en su extensión, profundidad y grado de lesión. La piel inicialmente se vuelve violácea y luego se va tornando negra, formándose la escara (placa negra de tejido muerto) en el transcurso de los días.
El aracnoidismo viscerocutáneo (13% de los casos) ocurre al alcanzar el veneno el torrente circulatorio. Acá, se observarán las mismas lesiones de la piel descritas antes, pero a éstas se suma el daño visceral. No se ha descrito que mordeduras en determinadas regiones del cuerpo produzcan este cuadro agudo, como pudiese pensarse al morder piel más delgada y vascularizada como la cara.
En particular, este cuadro se caracteriza por la destrucción masiva dentro de los vasos sanguíneos de los glóbulos rojos (hemólisis), liberando su contenido al plasma, fundamentalmente hemoglobina, la que es eliminada en parte por el riñón (produciendo orinas de color rojizo) y actúa como factor de daño renal. Esto se suma al efecto específico del veneno sobre el riñón, pudiendo desencadenarse así una insuficiencia renal aguda, causa principal de la muerte. Otra parte de la hemoglobina es captada por células macrófagos que se encuentran en vasos sanguíneos y ciertos órganos, metabolizándola y produciendo un pigmento amarillento (Bilirrubtna no conjugada o indirecta), que hace tomar al paciente dicho color amarillento (ictericia). El veneno circulante no sólo dañará las células que hemos mencionado, sino todas las expuestas en mayor o menor grado. Así, el hígado, que tiene una función detoxificadora, se verá afectado, disminuyendo su actividad, siendo incapaz de eliminar toda la bilirrubina en la medida que ésta se produce. Este desbalance se manifestará también como ictericia.
Podrán ocurrir otros fenómenos como fiebre (a veces hasta 41° C), hematuria, etc. Estas manifestaciones no tienen relación con la edad, sexo, época del año o veneno de la araña.
El único tratamiento específico es el uso de la antitoxina específica, obteniéndose excelentes resultados cuando se usa a tiempo, pero se aplican las mismas consideraciones que a la antitoxina anterior. También es elaborada con suero de caballos y está sujeta a reacciones alérgicas. Como casi todas nuestras armas terapéuticas, puede resultar un arma de doble filo.
En el caso del aracnoidismo edematoso la evolución es hacia la mejoría completa, sin necesidad de mayores tratamientos. El aracnoidismo necrótico evoluciona a la formación de la escara que se desprende en 2 a 5 semanas en forma espontánea, dejando una cicatriz o una úlcera, pudiendo requerir, esta última, injertos; a veces el tamaño es de dramáticas proporciones, pudiendo llegar a ser una odisea para el enfermo, su familia y médico tratante. El aracnoidismo viscero-cutáneo aparece en las primeras 6 a 24 horas, siendo por tanto el período de mayor riesgo luego de una mordedura. Su pronóstico dependerá de la intensidad y complicaciones que ocurran.
El tratamiento médico emplea corticosteroides en dosis altas con resultados variables, y desde hace un tiempo corto-sulfonas, pretendiendo disminuir el tamaño de las escaras.
Los tratamientos son siempre de costos extraordinariamente altos, incluyendo largos períodos en reposo, a veces costosas cirugías reparadoras o, incluso, alta tecnología de soporte que puede llegar a requerir una persona con falla renal, pulmonar, etc., causado por el veneno. Los afectados son además personas jóvenes y sanas. Pensando en lo anterior, resulta inmensamente más económico para el país y ,por ende, para la familia, evitar el accidente. El remedio: asear bien la casa, los rincones, aplicar insecticidas a los rincones inaccesibles, proteger las vías de calefacción, buscar la tela de araña característica que avisa su presencia, aunque no le es propia, que es desordenada, de finas hebras, grumosa, distinta a las que conocemos como típicas. Verla nos obliga a un aseo más prolijo.
" Prevenir siempre es mejor que curar".
P.Herrera C.
F. Ryberttl W.
Departamento de Parasitología
Escuela de Medicina
Pontificia Universidad católica de Chile.
Agradecimientos
Los autores expresan sus agradecimientos al profesor Dr. Arturo Jarpa Gana, Prof. Titular de la Escuela de Medicina de la P. Universidad Católica de Chile y Jefe del Depto. de Parasitología, quien nos ha colaborado en el desarrollo de este tema, y también a los Drs. P. Vidal y N. Villalón, por el material fotográfico empleado.
Para saber más
1. Gajardo-Tobar, R. "El Araneísmo en el mundo tropical y subtropical". Mem. lnstr. Butantan, Simp. lnternac. 33(1): 45-54, 1966.
2. Artaza, 0, Fuentes, J., Schindler, R. "Latro dectismo. Evaluación clínico-terapéutica de 89 casos". Rev. Med. Chile 110:1101-1105, 1982.
3. Artaza, 0., Fuentes, l., Gómez, P., Morris, R. "Latrodectismo (ll). Evolución ClínicoTerapéutica de 78 casos".
Parasitología al día, 8:
45-49, 1984.
4. Schenone, H., Suárez, G. "Venoms of Scytodidae Genus Loxosceles". Handbook
Exp. Pharcology Vol. 48:
247-275, 1978.
5. Gajardo-Tobar, R. "Mi experiencia sobre loxoscelismo". Mem. lnst. Butantan, Simp. lnternac. 33 (3):
689-698, 1986.
6. Rees, R. et al. "Brown Recluse Spider Bites: A Comparison of Early Surgical Excision Versus Dapsone and Delayed Surgical Excision", Ann Surg 202 (5):
659-663, 1985.