Los prisioneros de la droga
( Publicado en Revista Creces, Noviembre 1998 )
Es relativamente fácil indultar y ser compresivos con aquellos individuos que trafican drogas. ¡Pero quién puede indultar a los prisioneros de las drogas?.
Una vez inducida la adicción, se inicia un camino que no tiene vuelta. Diversas estadísticas señalan que todos los esfuerzos que se pueden hacer para librar a un individuo de la drogadicción son casi siempre infructuosos. Aunque el paciente haya decidido someterse a un tratamiento, las estadísticas señalan que es más del 80% de los casos se fracasa: "En el curso de un año, casi todos han recaído".
Quien ha tenido contacto con drogadicto sabe el drama que ellos viven. ¡Cuántos quisieran liberarse de esa presión sin muros de la que no pueden salir!. Como una vez uno de ellos me dijo: "Es como vender el alma a Satanás, que no indulta". Se pueden experimentar las agradables sensaciones de la droga, pero una vez iniciado el camino, no hay vuelta atrás. Una fuerza interior que ellos no controlan los obliga a buscar cualquier medio para proveérsela. De allí en adelante inician una vida miserable que los aísla y los denigra, y paulatinamente se irá destruyendo su propia personalidad. Para aquellos pocos que logran liberarse, secuelas mentales serán definitivas, según se ha podido comprobar recientemente.
Mucho se investiga sobre el tema y paulatinamente comienzan a entenderse las causas de que las drogas produzcan tan fuerte dependencia. Pareciera que la adicción no se produce por una falta de voluntad o de moral del individuo, sino que sería realmente una enfermedad cerebral. En los drogadictos se han podido constatar alteraciones funcionales específicas en determinadas regiones del cerebro. Más aún, en ellos se ha descrito una base genética e incluso se ha llegado a determinar el gene específico culpable, que codificaría un receptor para la dopamina (un neurotransmisor) ubicado en la membrana de la célula cerebral. La falla de este gene condicionaría que el individuo que ingiera drogas no pudiera liberarse de ellas.