Todo lo que la mujer debe saber sobre los DIU
( Publicado en Revista Creces, Agosto 1984 )
El 77% de las mujeres que en Chile controlan su fertilidad con anticonceptivos artificiales, emplean dispositivos intrauterinos (DIU). Sin embargo, resulta fundamental conocer las ventajas y riesgos que este método reporta y los cuidados que deberán tener sus usuarias.
Dentro de los métodos anticonceptivos utilizados por las mujeres en Chile, los dispositivos intrauterinos (DIU) son los más recomendados y aceptados. Para muchas mujeres el DIU es un excelente anticonceptivo, de alta eficacia y que no precisa de dedicación cotidiana como es el caso de la píldora o la observación de los signos de fecundidad (métodos naturales). Se ha comprobado que durante la lactancia materna los DIU no medicados (sólo de plástico) o los de cobre no afectan ni el volumen ni la composición de la leche.
Sin embargo, también hay consenso en que los DIU no son apropiados para todas las mujeres. Los riesgos de la enfermedad inflamatoria pélvica (EIP), del embarazo ectópico y, en algunos casos, la esterilidad subsecuente son mayores que con otros métodos. Por esta razón, toda usuaria potencial de DIU necesita ser asesorada con información precisa que le informe cuáles son los riesgos y las ventajas y cómo le competen a ella.
Contraindicaciones
Los ginecoobstetras contraindican absolutamente el uso de un DIU cuando se está en presencia de una EIP actual o pasada, cuando hay embarazo conocido o sospechado, frente a una historia de embarazo ectópico, en trastornos de hemorragia ginecológica antes de establecer un diagnóstico definitivo, cuando se aprecia malignidad de la vía genital, anomalías uterinas congénitas o fibroides que impiden la colocación adecuada del DIU.
Entre otros factores médicos que pueden contraindicar el uso de DIU, según las circunstancias individuales y el criterio del personal de salud y de la usuaria potencial, figuran los siguientes: anemia, nuliparidad (falta de embarazo), trastornos de coagulación de la sangre, estenosis cervical grave (estrechamiento del cuello uterino), fuerte flujo menstrual, dismenorrea primaria grave (trastorno de la menstruación) y, en el caso de DIU recubierto de cobre, alergia a este metal o enfermedad de Wilson (un trastorno poco frecuente y congénito de excreción de cobre).
Investigadores como D.A. Eschenbach y R.M. Soderstrom (1980) sostienen que el DIU plantea problemas especiales para la mujer nulípara que planea tener hijos eventualmente. Tales usuarias de DIU tienen más probabilidades que otras mujeres de tener una enfermedad inflamatoria pélvica (EIP), y todo episodio de EIP entraña alguna posibilidad de obstrucción de las trompas y de esterilidad. Por esta razón, muchos especialistas consideran que las mujeres nulíparas no deben usar DIU o, en todo caso, recibir acabada información y asesoría antes de elegir un DIU. Todas las mujeres deberían saber que el riesgo de tener EIP es mayor para aquellas que son jóvenes y que tienen múltiples compañeros sexuales.
Por otra parte, una mujer que usa DIU debe saber:
- Cómo verificar los hilos del DIU y volver a su médico o consultorio para una atención de seguimiento, en el caso en que no pueda encontrar los hilos o si está atrasada en su período.
- Los efectos secundarios comunes en el uso del DIU, como por ejemplo un mayor sangrado y calambres.
- Que es necesario pedir atención médica si aparecen signos o síntomas de infección, fiebre, dolor pélvico y sensibilidad, fuerte sangrado no habitual, calambres intensos o abundantes secreciones.
- Que un embarazo con un DIU colocado puede ser ectópico, y que los dolores abdominales y la amenorrea (ausencia de menstruación) pueden ser signos de embarazo ectópico.
- Que si el embarazo se produce con un DIU colocado, aun si la mujer desea continuar su embarazo, deberá recibir atención médica. Si es posible, el dispositivo deberá ser extraído de inmediato por el médico o la matrona y, de no ser posible debe ser advertida del riesgo y de los síntomas de un aborto séptico.
Debe saber, por último, cual es el tipo de DIU que tiene colocado y el tiempo recomendado para su reemplazo.
Control
Los especialistas indican que las mujeres que usan DIU deben ser controladas después de la primera menstruación posterior a la inserción, a los seis meses y posteriormente una vez al año, con el fin de asegurarse de que el dispositivo esté debidamente en su lugar. Un trabajo de B.M. Kaye y colaboradores (septiembre de 1977) indica que aquellas mujeres que han tenido la menopausia deben hacer extraer sus DIU, porque el estrechamiento y la disminución de tamaño del útero -propios del período- pueden hacer que una extracción ulterior resulte difícil.
La duración de los DIU es variable. Aquellos con 200 mm cuadrados de cobre tienen una longevidad recomendada por el fabricante de sólo dos o tres años, sin embargo los con más cobre sobrepasan dicho período. Hay una gran variedad de DIU actualmente en uso. Sus nombres técnicos: Asa de Lippes (el primer dispositivo "con cola" y el de mayor uso en los países en desarrollo); Saft-T-Coil en sus tres variedades (actualmente descontinuado); 7-Cu o Gravigard, invento chileno del Dr. Jaime Zipper (Anillo de Zipper, hecho con hilo nylon) y el Dr. Harvey Abramson, usado mayormente en Australia, Canadá, Europa, México y Estados Unidos; TCu-200 o Gyne T, y TCu-200B; múltiples modificaciones de la T de cobre; Multiload-Cu 250 y Multiload-Cu 375; Nova T o Novagard (alambre de cobre y plata sobre base de polietileno), etc.
¿Cómo actúan?
Los DIU se han utilizado ampliamente durante muchos años, sin embargo se desconoce el mecanismo exacto por el cual previenen el embarazo. Todos los estudios realizados (hasta 1984) indican que los DIU estimulan una respuesta inflamatoria contra un cuerpo extraño en el útero, la cual a su vez causa cambios celulares y bioquímicos en el endometrio (la mucosa que reviste la cavidad interna del útero) y en los fluidos uterinos. Son estos cambios los que se estiman como responsables del efecto anticonceptivo. Después de la inserción del DIU aparecen en el endometrio y en los fluidos uterinos numerosos leucocitos (glóbulos blancos) del tipo polimorfonucleares, seguidos por células gigantes de cuerpo extraño, células mononucleares, plasmocitos y macrófagos (devoradores de bacterias). Puede ser que estas células consuman también a los espermatozoides o al óvulo fecundado mediante el proceso denominado fagocitosis.
Junto con la reacción inflamatoria, los DIU producen efectos locales. Si bien el cobre afecta al útero, se ignora cuál es su papel exacto para impedir el embarazo. Por de pronto el cobre interfiere con las enzimas en el útero, con la cantidad de DNA en las células del endometrio, con el metabolismo del glucógeno y con la absorción de estrógeno por la mucosa uterina. Varias investigaciones confirman, asimismo, que el cobre aumenta la reacción inflamatoria y puede acentuar las contracciones de la capa muscular uterina, impidiendo por ello la implantación. Del mismo modo, los iones de cobre alteran la composición bioquímica del mucus cervical, lo que puede afectar la movilidad, capacitación y supervivencia de los espermatozoides.
Sergio Prenafeta J.
Periodista de ACHIPEC
Para saber más
(1) Dispositivos Intrauterinos. Population Reports Serie B, 4, noviembre de 1983.
(2) Zipper, J.; Medel M.; Pastene, L.; Torres, L.; Osorio, A. and Toscanini, C. Four years experience with the Cu7 200 device-endouterine copper in fertility control. Contraception 13 (1): 7-15, jan. 1976.