Beneficios ligados a los cultivos transgénicos
( Publicado en Revista Creces, Noviembre 1999 )

Los progresos de la biotecnología están cambiando la agricultura convencional permitiendo la creación de cultivos transgénicos con características muy útiles, tanto para la producción de alimentos como para llegar a utilizar el recurso agrícola para producir los más variados productos químicos. Los beneficios son enormes, aun cuando no se pueden descartar totalmente posibles riesgos inesperados.

Uno de los grandes desafíos que hoy enfrenta la humanidad es la producción de alimentos dentro de un sistema con recursos naturales finitos. En las próximas dos generaciones la población en el mundo consumirá una cantidad de alimentos equivalente al doble de la cantidad de alimentos consumidos durante toda la historia de la humanidad. Este gigantesco desafío puede ahora, al menos en parte, ser enfrentado con una nueva herramienta: la biotecnología, la cual permite aumentar los rendimientos de los cultivos y viabiliza sistemas de producción sustentables.

La aplicación de la biotecnología en la agricultura ha permitido la creación de los cultivos transgénicos, cuyos beneficios han sido rápidamente reconocidos por los agricultores, lo cual se refleja claramente por una elevada velocidad de adopción. Pocas tecnologías pueden exhibir un grado de adopción tan acelerado. En 1996 se plantaron 3 millones de hectáreas con cultivos transgénicos en el mundo. Dos años más tarde el área plantada aumentó a 30 millones y se estima que este año será de unos 45 millones de hectáreas. Las actuales mejorías introducidas a algunos cultivos han sido: tolerancia a herbicidas, la cual abarca un 65% del área plantada con cultivos transgénicos, seguido por resistencia a insectos con un 30% y por último resistencia a virus con un 5%.

La introducción de los cultivos transgénicos el mercado de los Estados Unidos pasa por rigurosos requisitos establecidos por los órganos oficiales de la EPA (Agencia de Protección Ambiental), FDA (Agencia de Alimentos y Medicamentos) y USDA (Departamento de Agricultura de los Estados Unidos). Este sistema regulador ha dado las pautas que garantizan elevados niveles de seguridad tanto para la salud humana y el medio ambiente.

La rápida adopción y los beneficios de esta tecnología se pueden ilustrar con la situación del algodón transgénico Bt, Bacillus thuringiensis que es resistente a ciertos insectos. Básicamente el algodón transgénico ha sido transformado y lleva incorporado en su genoma un gene de Bacillus thuringiensis lo cual le permite producir una proteína que es tóxica a ciertos insectos de las familias Lepidóptera, Coleóptera y Díptera. La evidencia experimental y la práctica comercial han mostrado que el algodón transgénico posee una eficacia igual o superior a las prácticas convencionales de control de insectos que hacen uso de insecticidas.

Una característica y beneficio adicional de estas proteínas tóxicas es su alto grado de especificidad, lo cual se traduce en un efecto nulo sobre predadores y otros insectos benéficos.

Como consecuencia de esta nueva tecnología, el volumen de insecticidas usados en algodón en los Estados Unidos ha disminuido aproximadamente en un 40%. Otros beneficios paralelos a la disminución del uso de insecticidas están ligados a la economía de energía necesaria para la producción de estos insecticidas, reducción de desechos derivados en su producción, economías de energía en el transporte y menor cantidad de embalaje utilizados. Estos últimos beneficios son de un gran valor para el medio ambiente.

Las ventajas del algodón transgénico sobre el algodón convencional se han expresado también en ventajas económicas para el agricultor, que son el resultado de rendimientos superiores y un menor uso de insecticidas.

Las perspectivas que ofrece la biotecnología en el mejoramiento vegetal son inmensas. Organizaciones académicas y privadas trabajan afanosamente y dedican importantes recursos en el desarrollo de cultivos con características especiales y que en un futuro no muy lejano podremos disfrutar de sus beneficios. Algunos de estos esfuerzos se traducirían en plantas que produzcan aceites y grasas benignas a la salud humana, plantas con mejores rendimientos, otras con un valor nutritivo superior, como por ejemplo, alto contenido de vitamina A, plantas resistentes a ciertas enfermedades, árboles con contenidos de lignina que facilite y mejore la extracción de fibra para la industria del papel y la pulpa.

Estos son algunos ejemplos de las mejorías que veremos y que, sin duda, ayudarán a aliviar el desafío que significa aumentar la producción de alimentos de una manera sustentable.



Carlos Fernández PhD, MBA

Consultor Biotecnología



0 Respuestas

Deje una respuesta

Su dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados.*

Buscar



Recibe los artículos en tu correo.

Le enviaremos las últimas noticias directamente en su bandeja de entrada