Pareciera que los hoyos negros comienzan a manifestarse
( Publicado en Revista Creces, Mayo 2000 )
Si a un astrónomo se le pregunta qué es un hoyo negro, responderá que es una región del espacio de la cual nada, ni siquiera la luz puede escapar, debido a la enorme intensidad de la gravedad que alcanzan. Sin haber demostrado directamente su existencia, los astrónomos la aceptan, como una forma que les calcen todas sus teorías. Según esto, los hoyos negros serían la condensación de una estrella más masiva que el sol, que habiendo agotado su combustible se ha enfriado y se ha contraído, alcanzando tal grado de concentración que generaría una tremenda fuerza de gravedad, con la que succionan la materia que las rodea, como una verdadera aspiradora astronómica. Hasta ahora nadie los ha visto, ni nadie se ha caído en ellos, pero los astrónomos tienen razones para creer en su existencia, y cada día están más convencidos de ello.
Tal fue la credibilidad demostrada durante la reciente reunión de la American Astronomical Society, celebrada en Atlanta, donde diversos grupos de astrónomos presentaron y discutieron las diferentes formas que los hoyos negros podrían asumir, lo que estaría básicamente condicionado por su edad y por sus hábitos alimentarios (Science, 21 de Enero, 2000, pág. 411). Desde luego todos parecen estar convencidos que las grandes galaxias, incluyendo nuestra Vía Láctea, albergan hoyos negros (Science, Enero 7, pág. 65, 2000).
En la distancia del Universo, el más poderoso hoyo negro brillaría como un quasar, un núcleo altamente energético de galaxias, alimentado por vapores de gas caliente girando alrededor del hoyo. El Observatorio Chandra de rayos X de la NASA, recientemente ha descubierto la presencia de precursores de voraces hoyos negros, objetos remotos que emiten torrentes de rayos X. Existirían por millones, ya que Chandra los ha individualizado, habiendo escaneado sólo una superficie equivalente a un quinto del tamaño de nuestra luna.
Chandra identificó estas remotas señales como la principal fuente de las hasta ahora, misteriosas, radiaciones de Rayos X. Según Amy Barger de la Universidad de Hawaii y Richard Mushotzky de NASA, los objetos han dominado el centro de las galaxias que se han formado después del big bang y serían los hoyos negros más distantes que se han detectado.
Por otra parte, Ia probable identificación de hoyos negros en las galaxias de nuestra vecindad ha pasado a ser rutina. El telescopio Espacial Hubble ya ha identificado 20 objetos en los núcleos de las galaxias vecinas, a los que se suman tres nuevos descritos en la reciente reunión por astrónomos de la Universidad de Michigan. Alrededor de ellos existirían poderosos centros gravitacionales.
Otro equipo de astrónomos de la Universidad de Maryland estudió cien galaxias cercanas, con el "Very Large Array" instalado en Nueva México. El está constituido por 27 radiotelescopios. Afirmaron que el 30% de las galaxias emitía débiles señales de radio, semejantes a las que emiten los quasares. Ellos las interpretan como provenientes de hoyos negros de quasares moribundos.
Otro equipo describió el primer hoyo negro conocido en la propia Vía Láctea, que aparentemente no comía nada, pero que manifestaba su presencia cuando por su gravedad actuaba como lente, amplificando la luz de otras estrellas distantes. En fin, el interés por demostrar la existencia de hoyos negros se intensifica, pero su posible demostración continúa siendo indirecta.