Se culpa al yodo de la disminución de los espermios
( Publicado en Revista Creces, Mayo 2000 )
Desde hace algunos años, diversos trabajos señalan que se está observando una disminución del recuento de espermios en muestras de semen tomadas a varones en diferentes partes del mundo. Ahora, autores americanos relacionan esto con el enriquecimiento de yodo de la sal de mesa (Toxicological Sciences, vol. 53, pág. 400).
La glándula tiroides necesita yodo para fabricar la hormona "tiroxina", que es vital para el desarrollo cerebral. En muchas partes del mundo la dieta es deficiente en yodo y a consecuencia de ello, se produce un agrandamiento de la glándula tiroidea (bocio) y un daño en el desarrollo cerebral. Por ello es que la Organización Mundial de la Salud recomienda enriquecer la sal de cocina con sales de yodo, con el objeto de prevenir el déficit.
Sin embargo, James Crissmas, de Dow Chemical Company en Michigan, junto con investigadores de la Universidad de Illinois, observaron una extraña coincidencia. Según ellos, desde 1960 se viene notando en Estados Unidos una consistente disminución en el recuento de espermios en muestras de semen tomadas a diversos individuos. Al revisar de nuevo los datos, notaron que la fecha de nacimiento promedio de los estudiados, fue el año 1924. Según los autores, esta fecha coincide con la iniciación del programa de la yodación de la sal en dicho país.
Por esta curiosa coincidencia, Crissmas y sus colaboradores decidieron estudiar el problema en ratas. Para ello tomaron un grupo de ratas hembras y las sometieron a una dieta carente en yodo, y luego las cruzaron con ratas normales. Las crías resultantes las volvieron a alimentar con una dieta carente en yodo. Al llegar a adultas, encontraron que sus testículos eran más grandes y que producían más espermios que las ratas normales. "Sus testículos tenían el doble de tamaño que los testículos de ratas normales", señala Crissmas.
Los autores parecen deducir de estos resultados, que es posible que la disminución del recuento de espermios sea la consecuencia del agregado de yodo a la dieta. En todo caso, estos resultados necesitan de mayor estudio antes de llegar a conclusiones prematuras. Por ahora no hay que alarmarse, ya que el agregado de yodo ha sido muy beneficioso para prevenir el bocio y el consecuente daño cerebral. Si se llegara a confirmar esta relación, habría que decidir qué es más importante; el recuento de espermios o el desarrollo cerebral.