Promover el crecimiento es una buena inversión social
( Publicado en "Nutrición XXI", Inta, Junio - Julio 2000 )

Nuestro país ha logrado importantes avances en materia de crecimiento pero no podemos estar satisfechos, porque los índices de obesidad aumentan día a día. Si sigue la tendencia tendremos que pagar costos de salud muy altos a mediano plazo.

El Dr Ricardo Uauy, Director del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos de la Universidad de Chile, dio la voz de alerta sobre un nuevo problema de salud pública: alrededor del 10% de los niños que concurren a jardines infantiles y entre el 15 y 20% en edad escolar han traspasado la barrera del peso normal en nuestro país. Se trata de 400.000 niños y las estadísticas señalan un aumento. En la actualidad, existe un problema similar al de Estados Unidos en cuanto a niños con problemas de sobrepeso u obesidad.

Hay toda una cultura de vida que eleva los índices de obesidad - señaló el pediatra del INTA, Dr. Carlos Castillo -, y que tiene que ver con la influencia de la comida chatarra, a la vez que con una actividad física cada día menor, especialmente de las niñas. Y son hábitos que continúan en línea ascendente.

Así lo afirmaron los expertos en el seminario "Nutrición y Crecimiento" que, organizado por Nestlé, se realizó en Santiago a fines de abril del 2000 y contó con la participación de cuarenta expertos en nutrición y sesenta observadores provenientes de treinta países. Fue presidido por los profesores Reinaldo Martorell, de la Universidad de Emory, Estados Unidos, y Ferdinand Haschke, de la Universidad de Viena, Austria. Además, estuvieron los profesores Níels Raiha de la Universidad de Lund, Suecia; Juan Angel Rivera Domarco, de México; Edward Frongillo, de la Universidad de Cornell, USA, así como el Dr. Ricardo Uauy, director del INTA de la Universidad de Chile, entre otros.

"Vivimos hoy la emergencia de problemas que son propios del desarrollo, como es la obesidad", dijo el Dr. Uauy. "Estamos contentos porque hemos erradicado la desnutrición infantil ytambién hemos logrado avances en crecimiento. Es cierto que dentro de la ciudad de Santiago vemos que a los niños de estratos bajos les falta de uno a uno y medio cms de estatura con respecto a los de clase alta y que en ciudades de la Octava y Novena Región, como Concepción y Temuco, las diferencias son aún mayores. Pero hace unos años eran 4 y 5 cms. Chile avanza un cm por década y en esta última década ha habido un crecimiento de 2 a tres cms en los estratos bajos. Pero no podemos estar tranquilos ya que, a menos que actuemos pronto, vamos a pagar el precio de no prevenir la obesidad en los niños en forma apropiada".

El tema se debatió durante el seminario a fin de orientar la estrategia de salud de los Ministerios de Salud y de Educación, así como los programas de Jardines Infantiles y de la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas. Aseguró el Dr. Uauy que "en este momento se está reuniendo una comisión de la Cámara de Diputados para examinar precisamente el programa de la Junta de Auxilio Escolar y Becas, no para definir si ha habido o no corrupción (porque ese no es el tema), sino para ver sí ese programa está ajustado a las necesidades reales de los niños.


Obesidad, marcador de pobreza

La obesidad es en la actualidad un marcador de pobreza, señaló el Dr Uauy. iCómo hacemos para no repetir la historia de los países que viven epidemias de obesidad! Chile tiene 40 por ciento de obesos en los sectores bajos y 15 por ciento en los altos.

"Los cambios son muy rápidos y nos demoramos en ponernos al día, enfatizó el director del INTA. Gastamos 850 millones de dólares en alimentar mujeres embarazadas y niños, pero hacemos algo que no hace ningún país del mundo al seguir usando para ello leche completa de vaca, mientras en otros países le sacan la grasa animal, le agregan vegetal y le bajan el nivel de proteínas. Pero nuestra legislación establece leche completa y no la hemos adecuado a las nuevas exigencias nutricionales".

Por otra parte, los expertos reconocieron su preocupación por las altas tasas de crecimiento de obesidad infantil en los países en desarrollo." En América Latina conviven obesidad y pobreza y debemos hacer algo a tiempo, porque no podremos pagar la epidemia de obesidad, dijo el Dr. Uauy. Los países desarrollados primero se hicieron ricos y después obesos. Nosotros, en cambio, somos pobres y obesos, lo que es doblemente preocupante".

Enfatizó que promover el crecimiento de los niños es una muy buena inversión social. Para ello se requieren tres componentes: alimento, salud y lo que es muy importante, cuidado y cariño. "EI cuidado y cariño de una familia integrada es tanto o más importante que los alimentos y la salud", fue la respuesta de los expertos en nutrición a nivel mundial. "Igualmente, la capacidad de integra rse socialmente depende de esa nutrición temprana", agregaron.

Experiencias en diversas regiones del mundo han concluido que estos tres componentes actúan en forma sinergistíca. No basta dar alimento. No basta dar salud. Hay que integrar a las madres al cuidado de sus hijos. Para tener niños que crezcan bien hay que tener madres que han sido bien cuidadas", dijo finalmente el especialista del INTA de la Universidad de Chile. Afirmaron los expertos que "un pueblo que crece bien tiene posibilidades de desarrollarse en mejor forma, y que probablemente el indicador más fiel de la equidad se refiere a una sociedad de niños que crecen de igual forma en la clase media, baja y alta".

Pero en América Latina y en el mundo entero hay países que aún no logran superar las tasas de desnutrición infantil.


Desde el vientre materno

Una mejor nutrición en el niño más pequeño, desde que está en el vientre de la madre, condiciona cómo se va a desenvolver su cerebro, cuál será su capacidad de aprendizaje y su capacidad de trabajo. En definitiva, de esa nutrición temprana dependen más años de educación, mejor salud y una adecuada integración social y es por ello que vale la pena que los gobiernos focalicen sus gastos en esa etapa de la vida", señaló a nuestra revista el Dr. Reinaldo Martorell, de la Universidad de Emory, de Estados Unidos, participante en el Seminario sobre Nutrición y Crecimiento.

Y el Dr. Martorell sabe de qué está hablando: "Por primera vez hemos visto el efecto de la nutrición a través de generaciones, hemos estudiado a los hijos de los hijos. ¿Y qué hemos aprendido en los últimos 15 años sobre nutrición y crecimiento?"

El experto norteamericano relata su labor en Centroamérica:

"En un estudio longitudinal iniciado en 1969 a madres embarazadas y a sus niños en dos comunidades rurales de Guatemala, las que fueron suplementadas y tuvieron controles, demostramos el efecto de la mejor nutrición en el embarazo, al aumentar el peso del niño al nacer. Pero el estudio terminó en 1977. "Los investigadores estábamos un poco decepcionados, porque no observamos un efecto importante sobre el desarrollo mental, que era nuestro objetivo fundamental". Años después, el Dr. Martorell regresó a aquellas comunidades centroamericanas para ver cómo estaban los antiguos participantes del estudio. "Con el Dr. Flores y el Dr. Rivera vimos que las diferencias de tamaño físico se mantenían, que había efectos sobre la capacidad muscular - encontramos, por tanto, mayor capacidad de trabajo- y, para nuestra sorpresa, observamos efectos importantes en la adolescencia. Los resultados nos sirvieron para argumentar que, a largo plazo, invertir en madres y en niños Ileva a que adolescentes y adultos tengan un mejor desempeño intelectual y que los programas que mejoran la nutrición son, a la larga, programas que mejoran la estrategia económica de los países.



M. Isabel Gil



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