El SIDA y la circuncisión masculina
( Publicado en Revista Creces, Octubre 2000 )
Diversos estudios epidemiológicos parecen confirmar que la circuncisión masculina disminuye el riesgo de contraer y transmitir el sida. Existe una polémica si ya se debe o no iniciar la campaña, la cual no estaría libre de riesgos. Algunos piensan que esta práctica podría disminuir el problema en África...
En Durban, Sud Africa, tuvo lugar la XIII Conferencia Internacional del SIDA, la más concurrida que se haya celebrado hasta ahora. Ello se explica por el tremendo impacto que esta epidemia ha alcanzado en la Región, cosa que para muchos no está claro por qué ha sucedido.
Algunos piensan que el sistema inmune de los africanos puede ser más susceptible al virus. Otros creen que el sub tipo del virus prevalente en Africa se extiende más rápidamente. Finalmente otros afirman algo muy distinto y novedoso: el contagio ha sido rápido porque los hombres africanos no se circuncidan.
En la reunión anual celebrada en Estados Unidos, Anne Buve del Instituto de Medicina Tropical en Antwerp, Bélgica, presentó un trabajo epidemiológico realizado en cuatro ciudades africanas, cuyo objeto era dilucidar los posibles factores de riesgo que explicaran la rápida extensión de la epidemia en la Región (Creces, Mayo 2000, página 10). Entres ellos apareció algo que los autores no esperaban: en las ciudades en que existía la más alta prevalencia de SIDA, tenían las tasas más bajas de circuncisión masculina. Coincidiendo con esto, en Noviembre del año 1999, Daniel Halperin y sus colaboradores de la Universidad de California de San Francisco, escribieron un artículo en "Lancet", en el que afirmaban que la circuncisión masculina protegía del SIDA, y acusaban a las Agencias de Salud de ignorar esta realidad.
En vista de los antecedentes, en la Reunión de Durban, el problema se trató extensamente. No es fácil explicarse por qué la circuncisión puede disminuir el riesgo de contaminarse con SIDA. Podría ser que en la superficie interna del prepucio hubiera células con un receptor para el virus. O también podría ser que el estirar la piel del prepucio produjera en la pared interna cierta tracción celular que favoreciera la entrada del virus al interior de las células o por último que allí fueran más frecuentes las ulceraciones que podrían significar una puerta abierta para el virus.
Más coincidencias
No es fácil establecer una relación epidemiológica entre la circuncisión y el SIDA debido a factores culturales intervinientes. Así por ejemplo, los países musulmanes presentan menor incidencia de SIDA y en ellos es común la costumbre de circuncisión masculina. Sin embargo, allí las relaciones extramaritales no son aceptadas, y por el contrario son estrictamente reprimidas. Por otra parte, países en que la circuncisión es una práctica generalizada, como en Etiopía, existe una elevada tasa de SIDA.
En vista de esta discusión, Richard Hays del London School of Hygiene and Tropical Medicine, decidió hacer un análisis de las publicaciones que hasta hoy existían acerca de la transmisión heterosexual del SIDA en Africa. Recolectó 15 trabajos y encontró que en todos la circuncisión protegía. La prevalencia fue dos y media veces más alta en los no circuncidados, en relación con los circuncidados. "Hasta ahora yo era escéptico acerca de esto, pero no puedo dudar de estos datos", señala Hays.
Una mayor información viene de un estudio de parejas, en que sólo uno de ellos estaba contagiado con SIDA. Ronald Gray del Johns Hopkins School of Public Health en Baltimore, estudió 187 parejas, donde sólo la mujer tenía SIDA. Encontró que ninguno de los 50 circuncidados contrajeron SIDA de su pareja, mientras que sí se contagiaron 137 no circuncidados.
En Durban, el mismo Gray reportó otro estudio de 228 parejas, donde sólo el hombre estaba contaminado. Encontró que los hombres circuncidados raramente transmitían el SIDA a la esposa.
Ya hay que actuar
Según Bailey, ya habría suficiente evidencia como para que se empezara a actuar. Sin esperar más, durante los últimos meses se ha estado trabajando en Kenya, enseñando a los médicos y en las clínicas acerca de los beneficios de la circuncisión y proporcionándoles además equipamientos para realizar 1.000 operaciones. "Queremos ver si la circuncisión, que aquí no se practica, es aceptada y si ésta se puede realmente realizar como una verdadera campaña", dice Bailey.
Mientras tanto, los organismos internacionales esperan y observan. Michael Carael de la UNAIDS de Ginebra afirma que no se lanzarán en una campaña mientras no se aclaren algunos puntos. "Por ahora tenemos un ojo en el tema y mantenemos la mente abierta".
Iniciar una campaña en este sentido tiene sus riesgos. Los hombres pueden decidir circuncidarse en la creencia que estarían libres de contagiarse, y con ello podría incrementarse la promiscuidad. El otro problema es iniciar gran número de operaciones, sin que existan las seguridades higiénicas necesarias.
La conclusión, es que se necesita de mayor investigación para conocer mejor los beneficios de la circuncisión. Por ahora no se puede afirmar que sea una panacea. Pero otros que creen en los estudios realizados, afirma que con los resultados ya conocidos, no hay derecho a mantenerse en silencio.