Uso terapéutico de células embrionarias
( Publicado en Revista Creces, Octubre 2000 )
Cultivando células embrionarias, se pueden lograr los más diferentes tipos de células diferenciadas y con ellas reemplazar las células enfermas de cualquier órgano, pero para ello hay que producir un embrión humano, para lo cual hay serias objeciones éticas.
Hasta hace sólo diez años, nadie se habría podido imaginar. que la manipulación de células embrionarias llegaría a ser un tema tan candente del que nadie- podría abstraerse. Es que no se podía imaginar el enorme y rápido desarrollo de la biología, que iba a llevar hasta descifrar los mecanismos íntimos de la vida, ni menos que se pudiera intervenir en ellos. Ya la simple tecnología de fertilización "in vitro" escandalizó a muchos que la condenaron abiertamente por atentar contra la naturaleza misma de la dignidad humana, y por producir, además, embriones humanos en exceso a los necesarios para implantar en el útero materno y conseguir su desarrollo.
Más preocupación se despertó cuando fue anunciada la clonación de la oveja Dolly, a partir de una célula de la ubre de otra oveja adulta. La primera impresión fue de sorpresa, pero luego siguió la preocupación, el miedo y luego el rechazo absoluto. Una vez más los hechos habían superado la ciencia-ficción, demostrando que era perfectamente posible llegar a clonar otro mamífero, como también lo es el ser humano. Las voces de rechazo fueron generalizadas, y tras ellas se movilizaron rápidamente los legisladores para impedir que esa "tremenda inmoralidad" se llegara a concretar. Fue así como en varios países industrializados se legisló prohibiendo las investigaciones que involucrara embriones humanos. Se levantó un clamor general, ya que sólo pensar en ello atentaba contra la esencia misma del ser humano. Con todo, mas de alguien también afirmó que a su parecer la clonación de una persona no violaba ningún derecho, y que por lo tanto no iba contra la ética ni la moral (La clonación es una realidad). Por un tiempo los espíritus se tranquilizaron, porque parecía poco realista que alguien pensara en llegar a clonarse a sí mismo. ¡Sólo un loco lo pretendería!
Pero el tiempo y la ciencia han seguido avanzando, y ahora aparece una nueva realidad: ya no se trata de la clonación de un ser humano, sino que de producir embriones humanos para utilizar sus células con fines terapéuticos. Es que las células embrionarias (células stem o células troncales) son "totipotentes", es decir, pueden llegara diferenciarse hasta formar cualquier tipo de células maduras. Ya es una realidad que, cultivando adecuadamente células embrionarias, se puede lograr cualquier cantidad de neuronas, células hepáticas, células musculares, pulmonares o cualquier-otra, según sea la voluntad (Creces, Enero 1999, pág.7) (Células totipotenciales) (Cómo seguir las huellas de una célula Stem) (Para los tumores cerebrales. Uso de células Stem). Con ello se abría una enorme posibilidad de usar esas células para reemplazar aquellas que estén dañadas y restablecer así la función de un órgano dañado (ver figura).
Se visualiza así un camino para tratar enfermedades como el Parkinson , el Alzheimer o una cirrosis hepática. Tan cierta es la posibilidad que ya son varias las empresas comerciales que están haciendo grandes inversiones en este tipo de investigación. La técnica sería la misma utilizada en la oveja Dolly: $e toma una célula del paciente y se fusiona con un óvulo humano al que previamente se le ha extraído su núcleo. De este modo se produciría un embrión. Al tener la sola información genética del donante, se elimina el riesgo de rechazo por el propio sistema inmunológico. Pero la investigación ha ido aun más lejos, y es así que a partir de células embrionarias producidas con células del mismo individuo, se podría llegar a fabricar un órgano completo de reemplazo, lo que sería muy atractivo, dado la escasez de donantes (Creces Julio 2000, pág. 10).
Ante esta realidad, recientemente el gobierno de Tony Blair ha recomendado cambiar la ley que prohibía las investigaciones con embriones humanos haciendo posible utilizar fondos estatales en este tipo de investigaciones. El proyecto deberá votarse a fines de este año y es posible que se apruebe. Existe el temor que igual
iniciativa se implemente también en otros países. Desde luego, ya hay gran presión en el Congreso de los Estados Unidos, para que cambie la ley, y se permita usar fondos estatales con estos fines. Probablemente la tendencia se extienda a todos los países industrializados que antes ya habían legislado en contra.
La Iglesia Católica se ha declarado categóricamente en contra, y así lo ha manifestado su Santidad él Papa. También se ha opuesto la Iglesia Metodista, "porque con esto se coloca la vida humana a la altura de una mercadería".
Pero también existe otra posibilidad, cual es la de usar células stem del propio adulto", que potencialmente tendrían igual capacidad que las células stem embrionarias. Es decir, pueden también madurar hacia cualquier otro tipo de célula adulta. De este modo no sería necesario usar células stem embrionarias (New Scientist, Agosto 19,2000, pág. 16). De hecho, los mamíferos adultos tienen más de 20 tipos diferentes de células stem, y recién se ha descubierto que son tan versátiles como las provenientes de embriones. Así por- ejemplo, células stem musculares pueden llegar a diferenciarse hasta células sanguíneas. Lo mismo se ha visto con las células stem cerebrales, que parecen tener la misma versatilidad de las células stem embrionarias (ver figura). En tal caso se podrían tomar células stem de tejido adulto, perteneciente al mismo paciente y cultivarlas para ser posteriormente implantadas en el tejido enfermo. Pero estas son escasas, y difíciles de aislar. Con todo, la posibilidad existe y lo probable es que muy luego se llegue a estandarizar su individualización y cultivo. Ojalá que así sea y se eliminé un tema extraordinariamente controversial.