Los bosques tropicales se están extinguiendo
( Publicado en Revista Creces, Septiembre 2000 )

La pobreza esta rápidamente destruyendo los grandes bosques tropicales, hasta tal punto que esto constituye una seria amenaza para la fragilidad ecológica del planeta. Detener el proceso destructivo, parece casi imposible.

Todo parece indicar que las grandes extensiones de bosque húmedos que conocieron nuestros abuelos, pronto habrán desaparecido. Durante la segunda parte del siglo recién pasado, ya ha desaparecido más del 50% de los bosques tropicales del mundo. Asia, ya ha perdido el 88% de sus bosques naturales. Africa y América Latina, ya han perdido casi la mitad (ver figura). Durante la década del 90, el ritmo en que se esta produciendo esta pérdida, es de 1% al año. De continuar la tendencia, en menos de cincuenta años ya habrán desaparecido del todo los bosques tropicales.

La casi totalidad de los bosques tropicales están en los países pobres, y su desaparición sin duda que los afectará, tanto por los cambios climáticos consecutivos a la desaparición de ellos, como también el incremento y gravedad de las inundaciones y la erosión que lo acompañan inexorablemente. Pero las consecuencias van más allá y afectarán negativamente al mundo entero, no sólo por la pérdida de especies únicas, o por la probable extensión de enfermedades transmitidas por insectos, como la malaria, sino por sobre todo, por el incremento del CO2 atmosférico y el aumento consecutivo de la temperatura global. Ello significa un incremento del efecto invernadero, con los consecutivos cambios climáticos que ya parecen estar afectando al mundo entero. Es así como en los últimos años, ya se han estado produciendo grandes desastres climáticos en diferentes regiones del globo.


¿Por qué se cortan los bosques?

Frederic Arcahd, coordinador de la Unión Europea para el programa llamado Tropical Ecosystem Enviroment Observation by Satelite, esta muy alarmado y pesimista, porque según él, detener lo que esta sucediendo es ya muy difícil de revertir, debido a que la presión para cortar bosques es demasiado grande. Así por ejemplo, dentro de la pobreza de los países, estos se ven forzados a cortar bosques para poder cancelar su abultada deuda externa. Ellos se han visto obligados a entregar concesiones a compañías extranjeras para recibir los dólares que se necesitan. A ello se agrega la corrupción de muchos gobiernos, que a través de la entrega de concesiones tienen también un lucrativo negocio. Un informe reciente de la Comunidad Económica, analiza todos estos antecedentes, y recomiendan que las empresas dejen de deforestar, por lo menos hasta que la corrupción pueda controlarse. Claro que la recomendación es gratis y aparece tópica.

Pero hay también muchas otras razones por las cuales los bosques se están arrasando. Así por ejemplo, el Banco Mundial esta pronto a dar un crédito de 3 mil millones de dólares a una industria petrolera para que construya un oleoducto de mil kilómetros de largo, desde Camerún al sur este de Chad. El banco dice que el proyecto va a transformar la economía de ambos países. Los críticos lo ven como una gran amenaza para los bosques, ya que al habilitar caminos que atraviesen el bosque, tendrán acceso a él, leñadores, mineros, y cazadores de especies animales para comerciar su carne, todo lo cual conduce a la destrucción de los bosques. Cosa semejante esta ocurriendo en el Amazona en Brasil, donde ya gran parte del bosque amazónico ha sido arrasada.

En otros once países africanos, los bosques se están cortando para limpiar terrenos con el objeto de dedicarlos a la agricultura. A ello hay que agregar otros factores desbastadores, cuales son las guerras civiles en el este de Africa y los grandes incendios que han ocurrido en los últimos años en Africa y Asia.

La preocupación cunde en los países desarrollados especialmente por los impactos ambientales que necesariamente van a afectar a todos. Hasta ahora esa preocupación no se ha transformado en acciones. Si la pobreza y el aumento poblacional lleva a la destrucción de sus recursos naturales, no se puede pedir solo el sacrificio a ellos, que preserven esos recursos, sin entregar alternativas de sobre-vivencia. No bastan las recomendaciones para que preserven los bosques. La única posibilidad es la ayuda para la explotación racional y para salir de la pobreza, ya que de otro modo la destrucción de los bosques es inevitable. En este sentido es interesante el acuerdo que el Banco Mundial a firmado con Brasil, donde este país se compromete a preservar el 10% de los bosques que le quedan, recibiendo en cambio un pago en dinero y facilidades crediticias. Pero parece que este es el único ejemplo concreto. Recientemente se reunieron los ocho países más ricos del mundo, y se esperaba que tomaran al menos una determinación para condonar deudas a los países más pobres de Asia y Africa. Pero ello no sucedió.

Los países ricos, quieran o no aceptarlo, ya no pueden ignorar la pobreza extrema de gran parte del mundo, simplemente recluyéndola al patio trasero. Estamos todos viviendo en el frágil planeta Tierra, y lo que unos hacen contaminándolo y destruyéndolo, necesariamente afectará a todos. Durante el siglo recién pasado, hemos presenciado tremendos avances y cambios, y el hombre ha sido capaz de responder adaptándose perfectamente a ellos. Sin embargo el desafío para un futuro muy próximo es diferente. Para conservar al planeta como habitable, tendrá que ser capaz de adaptarse, no sólo como grupos de individuos, sino como "especie humana", y para esto no parece estar capacitado.


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