Populares

  • Física
  • Química
  • Biología
  • Astronomía
  • Tecnología
  • Medicina
  • Educación

Destacadas

Artículos que te puedan interesar

    ( Publicado en Revista Creces, Mayo 1998 )

    Una tradición subterránea, difícil de erradicar

    "Nunca me voy a olvidar de mi circuncisión, que me la hicieron hace cuarenta años, cuando yo tenía seis años de edad. Una mañana, durante las vacaciones de verano, mi madre me dijo que íbamos a visitar a su hermana en Halfayat (Sudan). Fuimos a su casa, pero después me llevaron a "la casa de ladrillos". Mientras mi madre golpeaba la puerta, yo trataba de leer el nombre escrito en la puerta. De repente me di cuenta que se trataba de la casa de Hajja Alamin. Ella era la persona encargada de hacer la circuncisión en nuestro vecindario. Quede petrificada y luego trate de arrancar, pero me agarraron entre mi madre y mi tía. Ellas decían que allí me iban a purificar. Hajja era la persona más cruel que yo había conocido... Ordenó a su empleada que fuera a comprar una gillet al almacén cercano. A la fuerza me tendieron en una cama con un hoyo al centro y me ataron a ella. Grité con toda mi garganta. La mujer me dijo: ¿Quieres que venga la policía?. Después de esto y sin anestesia, me hicieron la circuncisión. Durante los tres días siguientes no pude comer ni beber. Recuerdo que el tío que supo esto, increpó a mi tía. Mi madre y mi tía se asustaron y decidieron llevarme de nuevo donde la mujer. Con una voz fuerte, me ordenó que me agachara en el piso y que orinara. Me costo mucho por el dolor, pero lo logré. Por mucho tiempo, esto fue muy doloroso. Me demoré mucho en normalizarme. Pero entiendo los motivos de mi madre, que quería purificarme".

    Relato de Abdel Majib, profesora de una escuela de Sudan.

      ( Publicado en Revista Creces, Septiembre 2003 )

      Después que en el mes de Julio (2003) se dio por superada la epidemia de fiebre asiática (SARS) en Canadá, ahora ha aparecido una nueva epidemia que preocupa a los médicos porque los tests de laboratorio sugieren que sería causada por el virus SARS. Sin embargo sus síntomas no son tan alarmantes. Los investigadores aún no saben si se trata del mismo virus o una mutación de él, u otro virus pariente del que ha matado a más de 800 personas en diferentes partes del mundo (Cuan serio es el síndrome respiratorio agudo). El hecho es que en una casa de retiro cerca de Vancouver, apareció una enfermedad respiratoria que se esparció rápidamente afectando a 97 de los 142 residentes y a 46 de los 120 empleados. De ellos han muerto siete personas. Como los exámenes de laboratorio resultaron negativos para gripe, se enviaron muestras al Laboratorio Nacional de Microbiología en Winnipeg. La preocupación se incrementó ya que la mitad dio positivo para SARS. Sin embargo, ninguno de los pacientes llenaba los criterios diagnósticos estrictos de SARS; muy pocos tenían fiebre, un síntoma clásico de la enfermedad, mientras que la mayor parte tenía romadizo. Muchos tenían tos, dolor de garganta, dolores musculares y fatiga, síntomas todos muy comunes en las gripes. De los siete que fallecieron, sólo tres presentaban síntomas respiratorios. Uno de ellos dio positivo para SARS.

      Buscar



      Recibe los artículos en tu correo.

      Le enviaremos las últimas noticias directamente en su bandeja de entrada