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    ( Publicado en Revista Creces, Marzo 1997 )

    La Antártida constituye uno de los sitios más desfavorables para la vida de animales y plantas, debido principalmente a la temperatura baja, pobreza en nutrientes de sus suelos y a los fuertes vientos. Sin embargo, existen algunos animales y plantas que son capaces de sobrevivir a estas condiciones en la Antártida Marítima. Con respecto a las plantas, sólo musgos y líquenes (organismos no vasculares, sin elementos conductores de agua y nutrientes) y dos plantas vasculares (Deschampsia antarctica y Colobanthus quitensis), del grupo de las angiospermas, han sido capaces de colonizar estos hábitats. La primera de estas plantas es una monocotiledónea de la familia Poaceae (gamínea) y la segunda una dicotiledónea de la familia Cariophyllaceae (la misma familia del clavel). Ellas crecen en forma de cojines achaparrados, de aproximadamente 10 cm. de altura, dispuestos en manchones (Fig. 1). El crecimiento y reproducción de estas plantas ocurren sólo en el verano. En invierno, la nieve las cubre con un espesor de uno o más metros. Contrariamente a lo que podría esperarse, la nieve no representa un gran peligro para la vida de estas plantas. Al depositarse suavemente en forma de cristales pequeños que dejan espacios de aire entre sí y entre ellos y la planta, la nieve actúa como una cubierta que las aísla y protege de las temperaturas bajas y del viento. Parece, entonces, que la planta goza en invierno de la protección de una especie de "iglú". Además, la detención del crecimiento (reposo) es otro factor que favorece la sobrevivencia invernal. En estado de reposo las plantas son siempre más resistentes al frío y a otros factores ambientales que cuando se encuentran en crecimiento activo. Es por ello que el verano, período en que la nieve desaparece y el crecimiento comienza, es la época de mayor peligro para la sobrevivencia de las plantas. En la época estival, la vegetación antártica está sometida frecuentemente a temperaturas congelantes (bajo 0°C), aunque la temperatura puede ascender en los días despejados hasta aproximadamente 8°C. Se ha comprobado que la capacidad de fotosintetizar (asimilar C02) de D. antarctica se mantiene en un 30% a 0°C, temperatura a la cual en la mayoría de las plantas este proceso cesa.

      ( Publicado en Revista Creces, Mayo 2000 )

      Ya está por completarse el genoma humano. Se ha secuenciado también el genoma de bacterias y levaduras y de pequeños organismos multicelulares, como la lombriz "Caenorhabditis elegants" (Por primera vez se ha secuenciado el genoma completo de un ser multicelular) y el de la drosofila o mosca de la fruta (El genoma de la mosca de la fruta) . Pero también se está secuenciando el genoma de las plantas. Hace un mes los investigadores anunciaron que habían completado la secuenciación de dos cromosomas de una planta, la "Arabidopsis thaliana", una pequeña planta que los genetistas vegetales han estado utilizando como modelo por su aparente sencillez, ya que sólo tiene cinco cromosomas. Afirman que al finalizar el año, habrán terminado de secuenciar el resto de su genoma (Science, Enero 21, pág. 412, 2000). También se ha comenzado a secuenciar el genoma de plantas mayores, incluyendo el arroz, cuyos genomas son mucho más complejos. Basta señalar que el genoma de la arabidopsis tiene 110 megabases de DNA, mientras que el del maíz tiene 4.500 megabases de DNA.

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