( Publicado en Revista Creces, Abril 2003 )

Mucho se ha progresado en la observación de la superficie de la Tierra a través de satélites. Tanto con fines de espionaje, como para detectar el estado de las siembras agrícolas, como para definir condiciones geológicas varias, la observación satelital aporta valiosos antecedentes. El progreso de esta tecnología está permitiendo una gran resolución, que hace posible incluso identificar objetos de un tamaño de pocos metros.

Hace 47 años las condiciones de salud y nutrición en nuestro país eran muy precarias. En los hospitales pediátricos, cada día fallecían entre 10 a 15 lactantes, por bronconeumonias en el invierno y diarreas con deshidratación en el verano. Había un cierto conformismo de los médicos que pensaban que tenía que ser así. La situación no parecía impresionar a muchos: "Una mortalidad infantil de 180 por mil. Se estimaba como normal que el 60% de las muertes en el país se produjera antes de los seis años de edad". Recuerdo que el Profesor Benjamin Viel, decía irónicamente en sus clases de salud pública, que nuestro país tenía las mejores peores estadísticas de toda la Región. "Las mejores porque estaban muy bien llevadas, pero las peores porque eran las más decepcionantes de toda la Región".