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    ( Publicado en Revista Creces, Noviembre 2003 )

    En el año 1348, la epidemia de "peste negra" mató a la mitad de la población de Europa y por siglos ha estado rondando en diferentes partes del mundo. La enfermedad, también conocida como "la peste bubónica", ha sido atribuida a la bacteria "Yersinia pestis", que infecta a ratas y pulgas, estas últimas por la picadura trasmiten la infección a humanos. (La Peste Bubónica). Por muchos años se había aceptado que esta bacteria sería la culpable, pero recientemente algunos investigadores han comenzado a dudar. Hace un par de años, Susan Scott y Chris Duncan de la Universidad de Liverpool en Inglaterra, examinando los informes históricos, concluyen que la Yersinia no habría sido la causa de la peste negra (New Scientist, Noviembre 24, 2001, pág. 34). Piensan más bien que ella fue debida a un virus hemorrágico que habría causado sangramientos masivos, como sucede con el virus Ebola.

      ( Publicado en Revista Creces, Junio 2000 )

      En Marzo de 1997, la Organización Mundial de la Salud celebró el día de la tuberculosis y en una conferencia de prensa anunció el pronto control de la enfermedad (La organización mundial de la salud y la tuberculosis). Ello provocó airadas reacciones de los expertos, por el daño que estas declaraciones podrían producir en los gobiernos que podrían restringir los esfuerzos en la prevención y tratamiento de esta enfermedad. Lo cierto es que los vaticinios de la OMS no se han cumplido, y por el contrario, la tuberculosis en los últimos años se ha incrementado notablemente y se vaticina que para el año 2015 los casos de tuberculosis aumenten en el mundo de 7 a 10 millones. Recientemente la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard y el Instituto de la Salud de Nueva York, se han sumado a la alarma, poniendo énfasis en el incremento de las cepas resistentes a las actuales drogas disponibles para su tratamiento (Science, vol 286, Nov. 1999, pág. 1670).

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