( Publicado en Revista Creces, Marzo 1998 )
Primero tímidamente, pero ahora en forma progresiva, comienzan a utilizarse los vientos para producir electricidad. La eficiencia de las nuevas turbinas ha aumentado y ya el procedimiento se hace competitivo frente a otras fuentes energéticas alternativas, con la ventaja que ésta no contamina, aunque algunos se quejan de que las turbinas afean el paisaje.