( Publicado en Revista Creces, Mayo 1997 )
Malthus pensaba que el crecimiento de a población del mundo colapsaría por la imposibilidad de producir alimentos suficientes para ello. Ahora, el temor está en la disponibilidad del agua necesaria para que los alimentos lleguen a ser consumidos. David Pimentel, economista agrario de la Universidad de Cornell en Ithaca, Nueva York, calcula la cantidad de agua que se necesita para que los alimentos estén a nuestra disposición en la mesa. Ante la realidad que ya la mitad del agua de los ríos se está utilizando para el regadío. Dice Pimentel: "el ahorrar agua es tan importante como ahorrar en el gasto de energía".