( Publicado en Revista Creces, Mayo 1999 )
Al hacer posible el cultivo de células embrionarias humanas, se ha abierto un enorme campo para la medicina, ya que se podrían fabricar células de reemplazo, trozos de tejidos o incluso órganos completos para curar muchas enfermedades degenerativas que hasta ahora no tienen tratamiento. Sin embargo, con ello se crean serios problemas éticos, al utilizar embriones humanos como fuentes de materia prima.