( Publicado en Revista Creces, Noviembre 2004 )
Hasta ahora sólo se ha demostrado que existe una sola forma de vivir más: someterse a una dieta de hambre, con una restricción calórica brutal. Si bien es cierto que por razones obvias, esta receta no ha sido probada en los seres humanos, sí lo ha sido en las más variadas especies animales, y en todos se logra prolongar la vida, incluso hasta en un 50%.