( Creces, 2016 )
En el año 1987, aparecieron por primera vez en la literatura científica los llamados "exosomas", pequeñas vesículas, del tamaño de un virus (30 a 150 nm) a las que nadie en un comienzo les dio importancia. Fue más tarde, en el año 2007, cuando investigadores de la Universidad de Gotemburgo, en Suecia, descubrieron que en su interior transportaban una interesante carga, compuesta por un conjunto de diversas proteínas (por lo menos 4.000 proteínas diferentes), grasas, y pequeñas estructuras de ácidos nucleicos (ADN y RNA), que comenzaron a interesar a los científicos.