( Publicado en Revista Creces, Septiembre 2004 )
Han transcurrido 130 años desde el descubrimiento de la ampolleta eléctrica incandescente, y desde entonces ella no ha variado fundamentalmente. Dentro de la ampolleta de vidrio a la que se ha extraído el aire, se incluye un filamento de metal, a través del cual se hace pasar una corriente eléctrica. Aun cuando esta ha sido una magnifica solución, la ineficiente conversión de la electricidad en luz, ha llevado a la búsqueda de otras alternativas que hoy están en el mercado. Pero ahora la nanotecnología aporta otro avance.