( Publicado en Revista Creces, Septiembre 1999 )
Mientras más fácilmente estén disponibles las armas de fuego, más son las muertes debidas a ellas. En Estados Unidos cualquier ciudadano puede adquirir un arma de fuego y no hay ningún control sobre su tenencia. El resultado lo muestran las estadísticas: 36.000 personas murieron en ese país el año 1997 por armas de fuego. En Canadá murieron 1.189, en Inglaterra, 277 y en Japón, 93. Hay una estrecha relación entre el número de muertes y el control que se tiene sobre las armas de fuego.