( Publicado en Revista Creces, Noviembre 1987 )
En los últimos años, la biotecnología nos ha maravillado con adelantos que hace una década, parecían imposibles de lograr. Uno de estos revolucionarios avances ha sido la generación de energía eléctrica por los microorganismos.
El principio es simple: alimentando estos microbios con glucosa - y dado la posterior degradación de ésta- se obtiene una fuente de electrones que en lugar de ser utilizada por el propio microorganismo, alimenta una célula receptora que genera la electricidad. Con ese sistema se puede alimentar una ampolleta de luz o la batería de un reloj pulsera.