( Publicado en "Energía para vivir", Bruno Günther y Enrique Morgado,
1998, Editorial Universitaria )
Las partes verdes de las plantas poseen cloroplastos (Fig.1), los que contienen un pigmento de color verde, la "clorofila", substancia capaz de absorber la energía de la radiación solar y generar el poder reductor (NADPH) y (ATP), los que se utilizan para convertir el CO2 de la atmósfera en glucosa, liberando al mismo tiempo como subproducto el oxígeno (O2), de acuerdo con la siguiente reacción general, de carácter reductivo.