( Publicado en Revista Creces, Marzo 2003 )
De año en año las estadísticas están confirmando la disminución de las capturas de peces en el Atlántico. Ello es especialmente notable en los bacalaos y otros peces muy apetecibles para los paladares europeos. Sin embargo los gobiernos no se deciden a tomar medidas para restringir la pesca. La pesca del bacalao y del abadejo han caído en un 90% desde 1970. Los científicos han estado insistiendo continuamente que la pesca debe restringirse o prohibirse por un tiempo, para así permitir el repoblamiento. Pero los países europeos que tienen grandes intereses económicos en la pesca, especialmente España, se niegan a hacerlo.