( Creces, 2012 )
A pesar de las muchas investigaciones en búsqueda de una vacuna para prevenir el SIDA, aún no se han logrado tener éxito. En cambio sí se ha progresado en su tratamiento, logrando incrementar notablemente la sobrevida de los enfermos, cambiando incluso el curso de la enfermedad. Pero no ha sido posible eliminar definitivamente el virus, porque este sabe como ocultarse, refugiándose en el mismo genoma de los linfocitos que deben atacarlo. Puede permanecer allí hasta por décadas, y de pronto comenzar a replicarse, haciendo evidente los síntomas de enfermedad.