( Publicado en Revista Creces, Julio 2002 )
El enorme incremento en el uso de los computadores sumado a la rápida obsolescencia de ellos, ha creado un tremendo problema con los equipos que quedan en desuso. Como sucede muchas veces, el problema se transfiere al mundo subdesarrollado. Al mundo rico no le interesan los desperdicios ni el reciclado, por lo que la solución más fácil es enviarlos a los países pobres, que los reciben para aprovechar algo de ellos.