( Publicado en Revista Creces, Abril 2003 )
Durante los últimos años se han visto disminuir los sapos y ranas, pero al mismo tiempo también se ha constatado un incremento de deformidades en sus patas. Ello se ha tomado como un signo de contaminación ambiental, dado que siempre se ha considerado a los anfibios como muy susceptibles a los cambios ambientales de la tierra. Sin embargo, investigaciones recientes parecen confirmar que las deformidades se deben más bien a colonizaciones de parásitos durante su desarrollo.