( Publicado en Revista Creces, Abril 2002 )
Por lo general, cuando se detecta que un río o un lago está contaminado con una sustancia química tóxica, ya es demasiado tarde como para hacer algo. Antes que se descubra el problema, las personas que han ingerido esas aguas ya están muy enfermas. Es por ello que se necesitan sistemas de monitoreo eficientes, que nos avisen antes que ocurra el desastre. Paul Russel, experto en contaminación, dice que tiene la solución. Se trata del "pez cebra", modificado genéticamente, que nos avisa iluminándose, de la presencia de pequeñas cantidades del contaminante en el agua. "Es una verdadera ampolleta, que pone la voz de alarma antes que el agua llegue a su destino, cuando aun la contaminación es pequeña", dice Russel.