( Publicado en Revista Creces, Julio 1999 )
Galileo Galilei en el siglo XVII sufrió en carne propia el ancestral antagonismo entre la ciencia y la religión. Sus observaciones del firmamento lo llevaron a afirmar que la Tierra giraba alrededor del Sol y no el Sol alrededor de la Tierra como suponía la Iglesia en esa época. "Si el Universo había sido creado para el Hombre, tenía que ser el Sol el que giraba alrededor de la Tierra". La Inquisición condenó a Galileo por sostener esa herejía. Este, para evitar un castigo mayor, tuvo que desdecirse de su afirmación y vestir el sayo de penitente por el resto de su vida. Recién ahora la Iglesia lo ha reivindicado y reconoce su error.