( Publicado en Revista Creces, Junio 2004 )
muchos ecologistas atribuyen la disminución de las especies y de la biodiversidad, solo al impacto negativo de los humanos. Pero parece que muchas especies desaparecen regularmente, obedeciendo a un reloj biológico ubicado en los cromosomas, sin que los humanos tengan nada que ver.