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Artículos que te puedan interesar

    ( Publicado en Revista Creces, Noviembre 2001 )

    Desde hace algunos años ya se venía hablando de la posibilidad de producir una vacuna para ayudar a los cacainómanos a abandonar su dependencia (Creces, Julio 1996, pág. 27)(Una vacuna para curar la drogadicción). La idea era producir un anticuerpo contra la cocaína para que en la sangre se uniera a ésta y así se impidiera su penetración al interior de la célula nerviosa. "Sería como poner una esponja en la sangre para que la absorba y ésta no pueda entrar a la célula nerviosa".

      ( Publicado en Revista Creces, Enero 1999 )

      El SIDA se está extendiendo demasiado rápido en Africa, especialmente en los países sub Sahara. En esta región se encuentra casi el 70% de los casos del mundo. En muchos países de esa zona uno de cada cuatro adultos ha sido contagiado con el virus, y es cuestión de tiempo para que comiencen los síntomas (Noticias del sida: Tratamiento a menor costo) . Frente a este enorme problema, las esperanzas no están en el tratamiento, por el elevado costo que esos países no podrían afrontar. La única posibilidad es encontrar, contra el tiempo, una vacuna apropiada que prevenga el contagio. Con este objetivo, dos equipos de investigadores están desarrollando vacunas que sean efectivas contra la cepa del virus SIDA que prevale en esa región.

        ( Publicado en Revista Creces, Abril 2000 )

        El planeta Júpiter es el gigante del sistema solar. Su diámetro es diez veces más grande que el de la Tierra y tiene características muy especiales (Los planetas de nuestro Sol). Hace ya cuatro años, el 7 de Diciembre de 1995, la nave Galileo que estaba orbitando el planeta dejó caer una sonda del tamaño de una pelota de playa para que penetrara en la atmósfera del gran planeta gaseoso. Se trataba de una expedición suicida destinada a conocer la composición de su impenetrable atmósfera. Durante una hora, en su caída, la sonda transmitió información a la nave Galileo que continuaba orbitando. Luego sucumbió por el calor, la presión y el choque final con su superficie.

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