( Publicado en Revista Creces, Mayo 1992 )
"la mayoría de las personas a las que se llama locas y a las cuales se convierte en victimas sociales en virtud de esa designación (encerrándolas, sometiéndolas a electrochoques, a drogas tranquilizadoras y a operaciones mutiladoras del cerebro, etc.) provienen de situaciones familiares en las que existe una desesperada necesidad de encontrar algún chivo expiatorio, a alguien que acepte tomar sobre si, en un determinado punto de intensidad del total de relaciones del grupo familiar, la perturbación de cada uno de los demás y, en cierto sentido, acepte padecer por ellos. De esta manera, la persona convertida en chivo expiatorio se convertirá en un objeto enfermo del sistema familiar, que buscara cómplices médicos para sus maquinaciones. Los médicos pondrán la etiqueta de esquizofrenia al objeto enfermo y luego se lanzaran sistemáticamente a la destrucción de este objeto mediante los procedimientos físicos y sociales a los que se da el nombre de tratamiento psiquiátrico".
David Cooper