( Publicado en Revista Creces, Septiembre 1991 )
En los tiempos que corren, el CO2 atmosférico aumenta a una tasa de 0,5 por ciento anual, lo que mantiene preocupada a toda la humanidad por la incidencia que esta situación pueda tener en la manifestación del efecto invernadero. No obstante, está claro que el CO2 no es el único gas que es capaz de absorber radiación y, por tanto, influir en la expresión de este fenómeno. De hecho, gases como el metano y el óxido nitroso, por ejemplo, también aumentan en forma alarmante (0,9 y 0,25 por ciento de aumento anual respectivamente) mientras que los clorofluorocarbonados (CFC) lo hacen a una tasa de 4 % anual.