( Publicado en Revista Creces, Junio 2002 )
El desarrollo no es un objetivo en sí mismo, pero sí es el camino necesario (tal vez el único) que permite derrotar la pobreza, disminuir las desigualdades, alcanzar la justicia, y en fin elevar la calidad de vida de todos. Es por ello que en esta ocasión, este tema me parece apropiado.