( Publicado en Revista Creces, Octubre 2001 )
De acuerdo a un informe confidencial entregado al gobierno de Inglaterra, el combustible MOX (plutonio y óxido de uranio), producido por la industria British Nuclear Fuel (BNFL), para una nueva planta atómica en Inglaterra, encierra el peligro de caer en manos terroristas, lo que les permitiría fácilmente fabricar una bomba. El informe, escrito por el físico Franck Barnaby que trabaja en el laboratorio para armas nucleares en Aldermaston, Berkshire, lo entregó al gobierno inglés, cuando BNFL está tratando de obtener el visto bueno para que se le autorice fabricar la mezcla MOX, para ser utilizado en reactores que operan en Europa y Japón.