( Publicado en Revista Creces, Noviembre 2000 )
Los enormes progresos logrados en la medicina durante los últimos decenios, han contribuido poderosamente a mejorar las expectativas de vida, con lo que cada vez se incrementa más el número de personas que alcanzan la edad avanzada. Pero todo esta incidiendo fuertemente en los costos de salud. Nuevas y costosas tecnologías se han desarrollado, tanto para diagnóstico de enfermedades, como también para tratarlas. Así por ejemplo, se han introducido diversas técnicas de resonancia magnética, junto a sofisticados exámenes de laboratorio, a lo que se han agregado las tecnologías de transplante de órganos, de cirugía de bypass para afecciones coronarias, además de nuevas y costosas drogas fabricadas por ingeniería genética. A ello se suma la necesidad de nuevos especialistas para manejar todas estas sofisticadas tecnologías, que por incentivos económicos realizan procedimientos muchas veces innecesarios. Por otra parte, al incrementarse las expectativas de vida, más y más individuos alcanzan edades avanzadas que requieren de estas costosas tecnologías.