( Creces, Enero 2005 )
En el folclore hay numerosos relatos que señalan la viveza e inteligencia de los cuervos. Ahora ello se ha comprobado científicamente. Tres años atrás, un grupo de investigadores de la Universidad de Oxford, estudiando en su laboratorio el comportamiento de dos cuervos de Nueva Caledonia (Betty y Abek), demostraron su asombrosa capacidad para fabricar sus propias herramientas, las que necesitaban para recolectar sus alimentos. Ahora, Nathan Emery y Nicola Clayton, de la Universidad de Cambridge, en Inglaterra, vuelven a confirmar sus portentosas capacidades, pero esta vez estudiándolos en su medio natural (Science, vol 306, Diciembre 10 del 2004, pág. 1907).