( Publicado en Revista Creces, Noviembre 1997 )
La limpieza de los cielos del norte de Chile y las altas montañas, son los factores que han decidido a varias organizaciones astronómicas para instalarse en esos lugares privilegiados. Desde hace algunos años ya han estado funcionando las instalaciones del National Optical Astronomical Observatories (NOAO), el European Southern Observatory (ESO) y la institución Carnegie. Un proyecto denominado Gemini, de 184 millones de dólares, en el que también participa Chile. La mitad del financiamiento viene de Estados Unidos, un 25% de Inglaterra, un 15% de Canadá y el resto de Argentina, Brasil y Chile.