( Publicado en Revista Creces, Enero 2000 )
Bien se sabe que el vino en exceso daña el hígado y puede llegar a producir una cirrosis. Pero ahora parece que unas copitas hacen bien. Se ha descubierto que el alcohol puede activar genes que inducen la producción de hormonas de crecimiento, que ayudarían a regenerar las células hepáticas dañadas. Los expertos en hígado, han recibido la noticia con escepticismo y esperan que otros repitan el experimento y tengan los mismos resultados, antes de aceptarlos a priori.