( Publicado en Revista Creces, Marzo 1998 )
Hasta hace apenas un siglo, el sistema educacional estaba diseñado básicamente para preparar a los niños para que más tarde pudieran insertarse en una sociedad simple, en la que preponderantemente iba a tener que realizar una labor física. Por esta realidad, la sociedad de aquella época podía progresar, aún cuando mucha de su gente joven no lograba desarrollar todas sus capacidades intelectuales. Pero ahora todo ha cambiado, y continuará cambiando, como consecuencia de la verdadera explosión de nuevos conocimientos y sus aplicaciones tecnológicas.