( Creces, 2011 )
Hace cinco años Jeffrey Gordon y sus colaboradores de la Universidad de Washington, en San Louis, comprobaron algo sorprendente: la asociación de microbios que se anidaban en los intestinos de lauchas obesas y también en el de los humanos obesos, eran diferentes a la asociación de microbios que se encontraban en los intestinos de las lauchas delgadas y también en los humanos delgados. Pero mas curioso aun, era que cuando se instalaban en el intestino de lauchas ciertos tipos de microbios, estas engordaban ("La flora intestinal y la obesidad"). (Science, vol. 212, año 2006, pag. 1355).