( Publicado en Revista Creces, Marzo 2001 )
Aunque parezca increíble, Inglaterra ya conociendo exactamente la causa de la enfermedad de las vacas locas y luego de haber prohibido en su propio país la alimentación del ganado con harina de animales preparada en base a carne y hueso de los mismos animales, ha estado exportando el mismo producto a 80 países. Se calcula que en Inglaterra la enfermedad se inició ya en los primeros años de la década de 1980, de modo que las exportaciones de harinas de animales hechas hasta 1996 (fecha en que las suspendió), necesariamente han estado contaminadas. "Esta irresponsable medida, significa que la enfermedad probablemente va a extenderse prácticamente a todo el mundo", dice Andrew Speedy, un especialista en alimentación animal de FAO.