( Publicado en "Energía para vivir", Bruno Günther y Enrique Morgado,
1998, Editorial Universitaria )
La gran mayoría de los seres vivos utilizan como alimentos a los productos derivados de la fotosíntesis (carbohidratos, lípidos y proteínas), cuya metabolización en el interior de cada célula dará lugar a la liberación de energía química, que es utilizada finalmente para realizar trabajo mecánico, químico y de transporte (Fig. 1) para lo cual requieren del oxigeno (O2) que también es un subproducto de la fotosíntesis oxigénica (véase reacción 1).