( Publicado en Revista Creces, Abril 2002 )
Cuando se habla de embriones, se subentiende que previamente ha habido sexo, es decir, la unión de un espermio y un óvulo. Sin embargo, existen algunas plantas, como el diente de león, cítricos, mangos y ciertos pastos forrajeros, que pueden producir un embrión sin sexo. En ellas, el embrión proviene, ya sea de una célula germinal no fertilizada, o aun de una célula somática ordinaria, ya madura. Este proceso se conoce por más de cien años y se ha llamado "apomixis". A pesar de ello, sólo recientemente se ha despertado un creciente interés por conocer cómo es que esto se produce.