( Publicado en Revista Creces, Junio 1987 )
A penas había cumplido los 28 años de edad y todavía no había terminado su carrera cuando ya hizo tema de conversaciones: Rudolf Mössbauer, el joven físico de Heidelberg, Alemania, logró algo hasta entonces considerado imposible. Con ayuda de una red cristalina había obtenido líneas espectrales perfectamente delimitadas de rayos gamma (altamente energéticos) en núcleos de determinados átomos. El descubrimiento se conoce hoy como ""Efecto Mössbauer"" y hace tiempo que constituye una magnitud física en la ciencia moderna. Al descubridor le proporcionó en 1961 el Premio Nobel de Física, junto al norteamericano Robert Hosftader, y a la ciencia le significó grandes progresos: pudo investigarse mejor la estructura de los cuerpos sólidos e hizo posible por primera vez mediciones exactas. Estas vinieron a confirmar la desviación al rojo del rayo gamma ya prevista por Einstein, con lo cual se puede deducir que el universo se halla en expansión.